Hasta donde sabemos la CDU (Clasificación Decimal Universal), con la que se organiza el conocimiento en las bibliotecas, fue resultado de la adaptación que Paul Otlet y Henri La Fontaine hicieron de la clasificación que el estadounidense Melvil Dewey creó en 1876. En ese trasvase Estados Unidos-Europa no se consigna ninguna influencia nipona, y en cambio, la ausencia del número 4 en la adaptación europea: cobra todo el sentido desde un punto de vista japonés.
En Japón y China se evita el número 4 porque su pronunciación es idéntica a la de muerte aunque se escriban con caracteres distintos. En el caso de la CDU, como se preocupan de advertir, esta ausencia se debe a que dicho número está vacante en espera de que surja algún conocimiento de tal envergadura que merezca el honor de ocupar tal número. Pero si tras la revolución que ha propiciado la informática y las nuevas tecnologías (encajadas en el 004) sigue deshabitado: ¿qué asunto tendrá tal envergadura como para ocuparlo algún día? Se admiten apuestas. Mientras tanto la ausencia del 4 sigue en mitad de las estanterías de millones de bibliotecas como un Triángulo de las Bermudas bibliotecario.
Nosotros aventuramos una teoría (conspiranoica como no podía ser de otro modo) mientras Iker Jiménez se decide a hacer un especial sobre el tema: en el número de la CDU 4 está el futuro de las bibliotecas. Un futuro, que como el del resto del mundo que conocemos, solo podemos fiar a lo hipotético.
El Triángulo de las Bermudas (el verdadero: aunque esto suene a oxímoron) ha perdido toda la fuerza como relato de misterio en la actualidad. Y es una pena porque la verdad es que daba mucho juego. Tal vez sea que ahora hay Triángulos de las Bermudas por todas partes, es decir, sucesos a los que, pese a conocer su origen, cuesta mucho encontrarles una explicación racional. En muchos casos están en las redes sociales, otras veces, en los medios que no son más que un espejo de aquellas, y en lo que es más preocupante: en la política.
Pero en que el mito del Triángulo diabólico en medio del Atlántico se desmoronase: tuvo gran parte de culpa (por no decir toda) un bibliotecario.
La vida de Lawrence David Kusche está esperando que algún cineasta la convierta en película. Tiene elementos para saltar de género en género atrayendo un amplio espectro de público: teorías paranoicas, misterios supuestamente irresolubles, ufología, puertas a otras dimensiones y conexión directa con el presente gracias al boom de las fake news (de acuerdo, es un innecesario anglicismo, pero es que en este caso da un aire setentero que queda muy propio).
¿Con un potencial así y siguen tirando de los superhéroes? Es poner a un Ryan Gosling interpretando a este piloto comercial, instructor de vuelo, ensayista y bibliotecario: que lo mismo te escribía un estudio sobre el citado Triángulo para desmentirlo: que un recetario sobre mil maneras de hacer palomitas de maíz: y ya tendrían para una trilogía por lo menos.
Hace dos años, en Posverdades bibliotecarias, ya planteábamos lo que bibliotecas y bibliotecarios podrían hacer en la lucha contra las noticias falsas. El fenómeno, en vez de aplacarse, arrecia. Por lo que aunque, en ocasiones, se dude de la capacidad del gremio para combatir una práctica tan peligrosa, si nos remontamos al caso de Kusche: ya tenemos un referente.
Allá por los 70, mientras era bibliotecario en su ciudad natal, intrigado por la gran avalancha de jóvenes que solicitan libros sobre el tema, se decidió a investigar por su cuenta. Resultado de sus indagaciones fue su libro The Triangle Mistery solved (El Triángulo de las Bermudas resuelto); y más tarde, su ensayo sobre el caso concreto de un escuadrón de aviones militares desaparecidos en 1945: The Disappearance of Flight 19, que termino de dar el tiro de gracia al mito.
Pero que, a continuación, en 1977, escribiera Larry Kusche’s Popcorn Cookery (El recetario de Larry Kusche para palomitas de maíz): lo convierte en el icono pop bibliotecario por excelencia, en un hito de lo #bibliobizarro, en un visionario de lo que debe ser un profesional de la cultura en la actualidad. ¿A qué está esperando la ALA para rendirle un homenaje en condiciones?
Todos los datos e imágenes sobre Larry Kusche están sacados de la red y, por supuesto, de la Wikipedia. La muñeca matrioshka de Internet se abre y se abre para indagar a este ilustre profesional de las bibliotecas, y en la última, en la más pequeña: surge el misterio de nuevo. Resulta cuando menos sospechoso que hayan tan pocas fotografías de Larry Kusche: y ninguna referencia desde los años 70. De hecho si comparamos la foto en la que aparece de joven con el uniforme de piloto con las fotos con atuendo y estilismo propio de la época disco: una, con semblante serio de investigador, y otra, risueño con un cuenco de palomitas en la mano: un nuevo misterio está listo para ser alimentado hasta convertirse en verdad a base de repetirlo.
¿Existió (o existe) realmente Kusche? ¿y en caso de que exista: es el autor de libros sobre el Triángulo de las Bermudas y sobre recetas de palomitas de maíz? Popcornology lo llaman en un texto publicitario de la época: la ciencia de las palomitas de maíz. Popcornology + Ufology: combinación ganadora siempre.
La duda nos ha hecho despertar esa vena referencista que tan acusada tenía Kusche y el Departamento Para la Investigación Escéptica de Infobibliotecas (según Wikipedia: Kusche pasó a formar parte de un comité con ese nombre tras publicar sus libros) inició una investigación acudiendo a la fuente de las fuentes: el catálogo de la Library of Congress.
En dicho catálogo aparecen encabezados por Larry Kusche los libros sobre el Triángulo de las bermudas; el de recetas de palomitas; y descubrimos uno nuevo bajo el título de: Da forma a tus caderas y muslos.
¿Tras desmontar las patrañas de las Bermudas, el piloto y bibliotecario Kusche, escribió sobre recetas de palomitas y sobre ejercicios para moldear caderas y muslos? Tiene su lógica: conseguir reducir unas cuantas tallas en ocasiones se convierte en un verdadero misterio (y más después de las Navidades) y aún más si sumamos una afición desmedida por las palomitas de maíz.
Para resolver el misterio recurrimos al catálogo bibliotecario que debería ser el más fiable de todos, el más unívoco, el summum de la desambiguación: el catálogo de autoridades de la Library of Congress. Y una vez más, los aguafiestas bibliotecarios, nos estropean la diversión: aparecen dos encabezamientos como Larry Kusche. Uno como Larry David Kusche, y otro, con la autoridad autor-titulo de Larry Kusche. Larry Kusche’s Popcorn cookery. El misterio parece estar resuelto. No se trata de la misma persona y la Wikipedia, una vez más, queda en entredicho por culpa del gremio bibliotecario.
Pero, no se vayan todavía, aún hay más. Al intentar acceder a las autoridades en cuestión en la Library of Congress para comprobar que se trata de dos personas distintas nos salta el mensaje de que no se puede acceder a ninguna de las autoridades que aparecen en el listado y el formato de la página se altera…
Por Dewey, Otlet y Ranganathan que no estamos mintiendo, ni exagerando un poco. No se trata de un metapost, no estamos jugando a ser Orson Welles en la radio, no queremos enturbiar el prestigio bibliotecario recurriendo a burdas simjlaciones de intrigas baratas. Pero e.El post tiene que terminar aquí¨¨¨¨¨¨¨¨¨¨ lo sentimos pero el equipo desde el que se está escribiendo ha empezado a hacer cosas extrañas y no somos capaces de detectar cual es la causa. Prometemos seguir informando de las pesquisas que sobre este asunto y oooootros coªnsigaªmos localazar en próxXXimas entregas &#^^__ jpperdón el ttteclado no 60==¡¡@@@ rasponde comondº deberrrríaaa
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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com
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