Eau de Bibliothèque

 

El perfume Whispers in the Library (Susurros en la biblioteca)  fragancia amaderada y oriental inspirada en los aromas del papel.

 

Vivimos tiempos de paradojas. Resulta curioso que, en un momento en que el mundo entero anda embozado con mascarillas: el olfato sea el sentido a estimular en varias iniciativas recientes.

Según conocemos por ‘El Confidencial‘, en enero de 2021, se estrena la biblioteca de los olores europeos Odeuropa. El proyecto pretende recopilar las miles de referencias a olores y perfumes que aparecen descritos en impresos publicados en Europa desde 1500. Esta primera fase dará como resultado un extensísimo catálogo online de olores europeos. Pero en la siguiente fase, químicos y perfumistas, trabajarían conjuntamente para recrear esos olores del pasado. De ese modo, cuando un museo organice una exposición situada en una determinada época histórica: las salas se podrán perfumar con los olores correspondientes.

 

 

Una idea, la de perfumar los espacios de un centro cultural para estimular a sus visitantes, sobre la ya fantaseábamos aplicada a las colecciones bibliotecarias en el post Biblioteca de orgasmos, biblioteca de chocolate:

«El problema sería que los conductos de ventilación confundieran los aromas, provocando una parosmia generalizada entre los visitantes (trastorno que confunde los olores) e hiciera que las fans de Danielle Steel terminasen irremediablemente atraídas por la sección de feminismo, los empresarios por la novela romántica, o los jóvenes por la filosofía. Sería un caos olfativo de imprevisibles consecuencias, y probablemente, más que positivas.»

Pero este marketing olfativo también tiene un ejemplo reciente estrictamente literario. La escritora Laure Margerand estuvo trabajando con la ‘nariz’ del laboratorio perfumista TechnicoFlor, Irène Farmachidi, para recrear los aromas que se corresponden con diferentes  momentos claves de su novela Los cinco perfumes de nuestra historia. La trama da margen para ello.

Su protagonista, Charlotte, tras perder a su bebé, a su pareja y a su olfato recibe la propuesta para trabajar con un célebre escritor en su próxima novela. La motivación del escritor para escribirla es reconquista a la mujer de su vida; y para ello, la novela irá acompañada de marcadores perfumados desarrollados por una perfumista. Y hasta aquí nos deja leer el argumento de la novela, Amazon en su versión francesa, cual Maira Gómez Kemp del Internet.

Los personajes se asocian a diferentes fragancias. Cítricos, bayas o cardamomo para la protagonista; y para el galán, irresistiblemente guapo, nuez moscada, cuero y madera. En total cinco aromas y una sexta fragancia sorpresa. Un libro repleto de esencias literarias, cual semanario o revista de tendencias; en la que abres alguna de las muestras de perfume que lleva entre sus páginas; y te satura la pituitaria cada vez que te lees un nuevo artículo.

El experimento olfativo ha obligado a incrementar el precio que alcanza casi los 20 euros: una cifra algo superior a lo habitual para un libro de bolsillo. Pero no es esto lo que más nos preocupa desde punto de vista bibliotecario. Si la obra de Laure Margerand llega a las  baldas de muchas bibliotecas: ¿qué sucederá?

¿Terminarán añadiendo dispensadores de aromas a los libros electrónicos para competir con el papel impreso? ¿Quedará impregnado el 82-3 a la altura de la M por esa mezcla de cítrico, cardamomo, nuez moscada, cuero y madera? Según lo vayan prestando más y más lectores ¿se confundirán los olores al ir pasando de mano en mano? La confusión aromática puede ser tan caótica que la orgía final de El perfume de Süskind se quede en nada.

Fuente: ActuaLitté, les univers du livre 

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About Vicente Funes

Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

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