Estudio de mercado de mascarillas para amantes de las bibliotecas

 

En 1776, el Marqués de Esquilache, emitió el famoso bando por el que se pretendía erradicar el uso de la capa española: para así impedir el ocultamiento del rostro de los ciudadanos. Mal asunto prohibir una moda en el vestir. El efecto rebote te lleva a motines; como bien comprobó el ministro de Carlos III. Sin el concurso de una amenaza  de origen no humano, eso de controlar la vestimenta, nunca ha tenido buena prensa.

 

Lo del bando de Esquilache se ha mentado, varias veces, en estos meses a raíz del uso obligatorio de la mascarilla. Un complemento de moda sobrevenido que nadie esperaba tuviera tanto predicamento cuando, ni siquiera una megaestrella como Michael Jackson, había conseguido implantarlo en el planeta. Pero ha bastado un bicho invisible para que todos, hombres y mujeres, acabemos reintepretando la tan, hace poco, mal vista nicab de las musulmanas.

 

Viñeta de las tiras cómicas de Peter de Wit: Burka babes. Humor a cuenta del burka. ¿Se usará la mascarilla bajo el burka?

 

Paradojas de nuestro tiempo. Si A.C. (que ya no es antes de Cristo, sino antes del Covid-19): el semiocultamiento del rostro en Europa estaba provocando no pocos quebraderos de cabeza legales, a partir de 2020: el mundo se ha nicabizado por completo. Y la cuestión se ha retorcido un poco más si cabe.

No es nada original lo de personalizar las mascarillas. Y bien, por la Boticaria García, o por los miles de artículos que al asunto se han dedicado: quien más, quien menos: es todo un experto en asuntos que antes le traían al pairo: FFP2, FFP3, higiénicas, quirúrgicas, de tela, homologadas…

Para hacer un test rápido, que no PCR, y constatar si un asunto aún tiene predicamento en nuestros días no sirven encuestas, impacto en los medios, ni estadísticas de Google Analytics. Lo que de verdad demuestra la vigencia de un asunto: es el número de diseños de mascarillas ornamentadas, con detalles literarios o bibliotecarios, que se han comercializado durante este último año. Ese y no otro: será el baremo por el que se medirá lo que de verdad gusta a la gente. Más eficaz que un estudio de usuarios de biblioteca a nivel mundial.

Por eso este post no es más que un estudio de mercado. Somero y muy limitado (hemos tenido que parar para que no se hiciera eterno): pero verdaderamente concluyente. Lo librario y bibliotecario es tendencia en el mundo mascarilla. Souvenirs para el anhelado futuro pospandémico ¿Cuál será la primera biblioteca en hacer una exposición cuando todo esto pase?

 

Síguenos en:

About Vicente Funes

Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *