Seguramente haya sido Sir Ken Robinson el hombre que más ha hecho en favor de la imaginación. Su charla TED sobre cómo las escuelas matan el espíritu creativo de los alumnos ha sido vista por más de 25.000.000 de personas de toda el mundo. Robinson defiende que la creatividad se puede trabajar en las escuelas, aunque no se tenga un talento innato. Pero para ello, recuerda, deberíamos cambiar el sistema escolar y plantearnos nuevas formas de enseñar.
Desde entonces son muchos los profesionales de la educación, la psicología y otras actividades profesionales en las que impera la creatividad, los que nos han hablado del tema. Y no son pocos los libros que han aparecido en el mercado con ejercicios, textos, preguntas y propuestas para estimular nuestro pensamiento más productivo, un tema que preocupa a muchos, a juzgar por los éxitos de ventas de títulos tan peculiares como “Destroza este diario”, de Keri Smith, con el que se nos incita a romper, ensuciar, arrancar, y hasta pintar con comida las páginas del libro como forma de liberar nuestros pensamientos y sacar lo mejor de nosotros mismos.
La palabra creativo parece haberse puesto de moda, tanto últimamente se une a un sinfín de cosas que antes nunca habían llevado este adjetivo, valga como ejemplo la cantidad de cursos que llevan este adjetivo en su título; máster de marketing creativo, de industrias creativas, de diseño creativo. El término se aplica a muchas formas de pensamiento y de terapias, y hasta la psicología habla del “paseo creativo”, como una forma de sacarle provecho a las caminatas para desatascar nuestra mente cuando estamos bloqueados.
El último en hablarnos de la imaginación como uno de los principales recursos humanos es precisamente uno de los grandes creativos de nuestro país. Luis Bassat, el fundador de Bassat Ogilvy Group, una de las agencias de publicidad más importantes del mundo, acaba de publicar “La Creatividad”, un libro en el que hace un breve repaso de la historia de esta maravillosa facultad y presenta las características de la personalidad creadora, a través de su propia trayectoria y la de los creativos más destacados del país. Además ofrece numerosos consejos para lograr ser más imaginativos en nuestra profesión, sea la que sea. Bassat se une a la teoría de Robinson; no hace falta nacer con el don de la creatividad, se puede desarrollar con el tiempo, trabajando y ejercitando el pensamiento crítico. Nos gusta la idea que apunta el ex publicista sobre la esencia misma de la creatividad; que reside en el deseo fundamental de mejorar las cosas que nos rodean. Es decir, si uno no quiere luchar por un mundo mejor, difícilmente podrá ser creativo. Y tú, ¿Tienes alguna idea para hacer que tu entorno sea un lugar más agradable?
]]>About Vicente Funes
Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com