Congreso Mundial de Bibliotecas e Información de la IFLA celebrado este verano en Lyon, nos llamó la atención la de Jeffrey Scherer, un arquitecto con 40 años de experiencia diseñando bibliotecas que puede poner en su curriculum el haber sido el artífice de más de 125 edificios dedicados a ellas en EEUU. Y nos llamó la atención el artículo porque Scherer no se limita a hablar de bibliotecas verdes que minimizan su impacto medioambiental, sino que va más allá. Desarrolla el concepto de bibliotecas sostenibles, no solo como aquellas que tienen en cuenta el medio ambiente, sino también las que buscan maximizar los impactos positivos en los ámbitos económico, social y cultural de la comunidad. En una época en la que todos damos muchas vueltas al futuro de las bibliotecas, este documento aporta una visión muy enriquecedora. Aquí lo resumimos. Scherer habla de que las bibliotecas que tienen éxito son las que responden a sus comunidades creando servicios especialmente diseñados para cubrir sus necesidades. Como instituciones, las bibliotecas se están reafirmando como centros clave para el aprendizaje y el intercambio dentro de la comunidad, lo que ayuda a generar vínculos, a vertebrar esa comunidad a través de valores compartidos. Y esto es muy importante, especialmente en el contexto en el que nos encontramos ahora: dice que “al vincular de forma inextricable el comportamiento económico, medioambiental, social y cultural de la biblioteca dentro de la comunidad, aquella contribuye a una nueva forma de administrar que se resiste a limitarse al estrecho marco económico que prevalece en el discurso político” de estos tiempos. Viene muy a cuento, ¿verdad? La clave está en establecer los equilibrios adecuados entre los cuatro puntos cardinales a la hora de diseñar espacios y servicios. Vamos por partes.
Los aspectos económicos
Para que cualquier institución tenga éxito es clave que cuente con un presupuesto saneado que le permita ofrecer a la ciudadanía lo que ésta demanda con un coste que sea considerado justo. Tener en cuenta los aspectos medioambientales, sociales y culturales permitirá a los responsables de los servicios bibliotecarios definir de forma más precisa un presupuesto adecuado y reforzará la valoración de las bibliotecas por parte de la comunidad porque ésta sentirá que responde con eficiencia a sus necesidades. ¿En qué medidas puede concretarse esto, por ejemplo? En la eliminación duplicidades, una buena gestión del as colecciones, el ahorro de energía energía y cualquier otra forma de ser más eficientes con el gasto. Todo ello permitirá destinar más dinero a nuevos servicios diseñados específicamente para la comunidad. Además, y como de lo que se trata es de establecer relaciones de ida y vuelta con la comunidad, la biblioteca puede facilitar, en el ámbito económico, asesoramiento a las PYMES o funcionar como enlace entre los negocios locales y los ámbitos culturales y organizaciones sociales de la comunidad.Los aspectos sociales
Scherer plantea que, en este ámbito, la biblioteca debe dedicarse continuamente a detectar y entender las necesidades cambiantes de los usuarios para conectar siempre con sus expectativas y ajustar su programación, no solo porque sea su obligación sino también porque así la biblioteca demuestra que le preocupa lo que ocurre en su barrio o en su pueblo. “Con el paso del tiempo, el proceso de escucha, ajuste y comunicación genera una historia compartida”, dice el arquitecto, aumenta el número de usuarios, y la economía local del conocimiento crece, y con ella su sostenibilidad.Los aspectos medioambientales
Las bibliotecas públicas debe aplicarse a sí mismas, y promocionar, un comportamiento medioambiental responsable para ser sostenibles. La ponencia menciona algunos ejemplos de lo que se debería tener en cuenta a la hora de planificarlas y gestionarlas:- Estar situadas estratégicamente en la localidad para minimizar los desplazamientos y ser más eficientes en la prestación de servicios.
- Cambiar sus prácticas operacionales y de limpieza.
- Ajustar de forma continua sus infraestructuras tecnológicas.
- Hacer seguimiento de su consumo y la generación de residuos.
Los aspectos culturales
La oferta de servicios culturales por parte de las bibliotecas es un imperativo ético imprescindible para preservar la identidad y los valores de la comunidad, dice Scherer. La oferta de teatro, arte, literatura, cine y música sirve como escaparate de la memoria colectiva, y, además, contribuye a impulsar la economía local porque conciencia sobre el papel que la cultura juega en la ciudad, el barrio o el pueblo. Además de extender las actividades en asociación con otras organizaciones culturales, es importante pensar en el diseño de la biblioteca para que se convierta en una aportación al patrimonio paisajístico local, y también para que ofrezca espacios para el intercambio y el diálogo entre los ciudadanos. Si queréis saber más, aquí tenéis el enlace a la ponencia (en inglés). No os perdáis la Matriz para una comunidad sostenible que presenta, en la que vincula muchas de las ideas que aquí os hemos resumido. Sabemos que hay bibliotecas en España que trabajan en esta línea, por ejemplo la Central de Castelldefels, de la que hablamos en el número 6 de nuestra revista, aquella que dedicamos al mecenazgo. Paseando por su web podréis ver todo lo que dan de sí las actividades de esta biblioteca. Como siempre, los comentarios están abiertos para que compartáis con todos nosotros otras experiencias e ideas que aporten al común. ¡Feliz semana! (La primera imagen corresponde a una biblioteca «plantada» por el artista Massimo Bartolini al aire libre en un viñedo en Bélgica. Más en la web ecologismos.com).]]>About Vicente Funes
Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com
Pingback: Bibliotecas sostenibles: más allá...
Pingback: Bibliotecas al aire libre – Taller Documental