Las bibliotecas escolares en la sociedad digital: cambios y oportunidades

Como parte de su Programa de Apoyo a las Bibliotecas Escolares, la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía viene editando en los últimos años una serie de informes, guías y resúmenes de buenas prácticas a los que se puede acceder a través de su web. Por aquello de la vuelta al cole, retomamos septiembre con lo que nos parece más destacado e interesante del informe más reciente, titulado “Nuevas dinámicas para la biblioteca escolar en la sociedad red”.

BibliotecaCervantesEl documento hace referencia a la necesidad de abordar el concepto y la organización de estas bibliotecas en un nuevo contexto social y de transición cultural en el que, por un lado, la tecnología digital es ubícua e impregna cualquier ámbito social, y por otro lado la escuela “ha dejado de ser el único lugar de legitimación del conocimiento”. Este último aspecto, en particular, nos parece esencial, porque supone una auténtica revolución en el sistema educativo, y el informe lo dice claramente: antes los saberes se encontraban centralizados y personificados en unas figuras sociales determinadas, pero ahora el conocimiento es más diversificado y difuso. El reto tanto para las escuelas como para sus bibliotecas está servido.

Más allá de las posiciones de los “tecnológicos evangelistas” y de los “bibliófilos románticos”, como ellos califican a los de uno y otro bando en el debate de la adaptación a lo digital, el informe aboga por un proceso de renovación de las bibliotecas escolares que les vincule al mismo tiempo a su esencia y a las nuevas características de la sociedad red. Para ello, parte del análisis de los elementos que están transformando nuestra sociedad, y desde ahí sugiere los caminos por los que tienen que andar las bibliotecas escolares para adaptarse a esas nuevas realidades cumpliendo con sus funciones como centros de recursos para la enseñanza y el aprendizaje (BECREA). Así, identifica tres bloques:

  1. La existencia de un nuevo ecosistema comunicativo e informacional: las bibliotecas necesitan establecer nuevas formas de intermediación entre las personas y la información, filtrando y redistribuyendo contenidos. Además, es necesario que reorganicen los programas formativos vinculados al acceso y uso autónomo de la información teniendo en cuenta el nuevo contexto.

  2. La incorporación de lo digital al universo de la lectura: la función de fomento de la lectura debe ejercerse teniendo en cuenta todo tipo de soportes y realizando acciones específicas de mediación en relación a la calidad de los contenidos. ¿Cómo? Configurando itinerarios de lectura y fomentando la interconexión entre los lectores para facilitar “dinámicas de retroalimentación de la lectura”.

  3. El espacio virtual como entorno social de relación y comunicación: es una oportunidad para que la biblioteca expanda sus acciones “más allá de sus muros”. En el entorno digital puede establecer canales de comunicación múltiples con la comunidad educativa.

Más gráficamente, los ejes de cambio en las bibliotecas escolares pueden verse así:

Becrea1

El elemento transversal en estos tres bloques, y quizás una de las aportaciones más interesantes del informe, es el reconocimiento de que, más allá de ser un espacio físico con una colección, las bibliotecas escolares deben centrarse en las “acciones mediadoras” como la creación de servicios de información y programas específicos de fomento de la lectura, como aparece en este diagrama.

Becrea2

Además, aporta un concepto muy interesante, el de “bibliotecas ubicuas”, preparadas para actuar en cualquier parte. No se trata de repetir en internet lo que ya se hace presencialmente, ni de estar en la red para parecer más modernas, sino de que las acciones presenciales y las digitales se complementen al servicio de los objetivos de la biblioteca. Para ello, debe contar con un entorno virtual propio personalizado, crear plataformas de interacción para fomentar la cultura participativa en la comunidad educativa, y utilizar las redes sociales para el intercambio de información.

Todo esto implica, además de voluntad de cambio y experimentación, un enriquecimiento del perfil de la persona responsable de la biblioteca y la implicación de los profesores y la administración educativa. Y algo que nos parece esencial siguiendo el hilo del reconocimiento de que la escuela ya no es el único entorno de aprendizaje: es necesario reconocer y dar valor a las trayectorias personales de aprendizaje del alumnado, personalizar la enseñanza para adaptarla a esas trayectorias, y diseñar las acciones teniendo en cuenta los entornos colaborativos de aprendizaje en red.

Es un reto de gran envergadura al que hay que hacer frente, en la mayor parte de los casos, con recursos muy escasos. Pero es esencial para la supervivencia de las bibliotecas escolares empezar a andar el camino, un pasito tras otro, para no perderse y desaparecer en un mundo que ya no es el que era.

¿Qué os parecen estas propuestas? ¿Estáis ya lanzando iniciativas en esta línea? ¿Qué dificultades veis? Como siempre, el debate es bienvenido.

Fotografía: Biblioteca escolar del CEIP Cervantes de Cáceres (España).

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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Colaboración e innovación en el préstamo de libros electrónicos en bibliotecas

home_devicesEl préstamo de libros electrónicos en bibliotecas es un asunto que ha venido generando importantes diferencias entre las partes implicadas -editores, distribuidores y bibliotecas- dentro y fuera de España. Las suspicacias iniciales por parte de los editores, que veían en algunos modelos de préstamo en bibliotecas una amenaza para las ventas, chocaban con las reivindicaciones de las bibliotecas y la expectativa social de un acceso no limitado a los fondos editoriales. Era evidente la necesidad de establecer un diálogo y unos sistemas equilibrados que garantizaran tanto el mantenimiento de un modelo de negocio sostenible para los editores como el acceso de las bibliotecas y los lectores a los libros.

 

Consciente de las dificultades habidas hasta la fecha, la International Publishers Association (Asociación Internacional de Editores, IPA en sus siglas en inglés) acaba de publicar un informe muy interesante sobre las experiencias de préstamo de ebooks en bibliotecas. Se ha centrado en los modelos, algunos de ellos innovadores, puestos en marcha en EE.UU, Suecia, Brasil y Francia. Aquí vamos a resumir cómo funciona el asunto en los dos primeros países: en EE.UU, por ser el pionero en la materia, y en Suecia porque a medio camino -y como resultado de conversaciones entre libreros y bibliotecarios- tuvo que cambiar el modelo de préstamo en bibliotecas después de que las editoriales vieran en peligro sus ventas.

 

Los editores en EE.UU

En EE.UU, a pesar de las reticencias iniciales de la industria, toda las mayores casas editoriales comerciales tienen en estos momentos proyectos de préstamo de libros electrónicos a las bibliotecas. Y varían de unos a otros. Por ejemplo, HarperCollins utiliza un modelo denominado “de acceso con contador”, por el que se limita el número de préstamos por título a 26. Una vez sobrepasados, la biblioteca debe recomprar el ebook.

Por su parte, Hachette abrió en mayo de 2013 todo su catálogo poniéndolo a disposición de las bibliotecas de forma simultánea a las ediciones impresas. Los títulos pueden ser prestados solo a un usuario al mismo tiempo, y las bibliotecas pueden hacerse con un número de copias ilimitado. Lo llamativo es que el precio que pagan las bibliotecas por estas copias es tres veces el precio del libro impreso cuando es una novedad editorial. El precio baja en un 50% si el título lleva en circulación 12 meses.

NYC-Public-Library-Manhattan_780m1ggMás novedoso (aunque creemos que poco exportable a España) es el programa piloto adoptado en abril de 2013 por Simon & Schuster con las Bibliotecas Públicas de Nueva York, Queens y Brooklyn, por el que éstas tenían acceso completo a su catálogo de libros electrónicos durante un año, con una circulación ilimitada de sus ebooks, aunque respetando siempre solo un préstamo por título en un determinado momento, y sin límite en el número de préstamos por título. Además, a los usuarios de las bibliotecas se les ofrece la posibilidad de comprar los ebooks de Simon & Schuster, y si lo hacen la biblioteca se lleva una comisión sobre la venta.

 

Los distribuidores

No obstante, el modelo mayoritario en EE. UU sigue siendo el de “una licencia-un usuario”. Es el que opera en el 85% de los préstamos que se realizan desde la plataforma de Overdrive, el mayor distribuidor de libros electrónicos y audiolibros del mundo, que trabaja con el 90% de las bibliotecas estadounidenses. En 2013 se prestaron 79 millones de ebooks en EE.UU a través de Overdirve, un 46% más que el año anterior.

Frente a este modelo “una licencia-un usuario”, el informe cuenta que la plataforma digital Hoopla ha puesto en marcha un sistema -no con ebooks pero sí con audiolibros, vídeo y música-, que pretende “mejorar la experiencia del usuario” de la biblioteca facilitando “un servicio tan atractivo como el de las apps y las plataformas comerciales”. Hoopla no es un servicio por subscripción ni un modelo de licencias, y no cobra a las bibliotecas unas tarifas anuales. En Hoopla, los editores establecen y ajustan cuando lo consideran oportuno el precio de cada título, el portal muestra en tiempo real qué es lo que se está “leyendo” en cada momento, y los editores y autores cobran cada vez que se presta su audiolibro. Las bibliotecas solo pagan por lo que se presta realmente, y cuentan con herramientas para supervisar su gasto. El servicio se puso en marcha en febrero de 2013 con 10 bibliotecas, y hoy lo utilizan más de 300 redes, incluidas las de Toronto, Chicago, Boston, San Francisco y Los Ángeles.

 

La experiencia sueca

elibEn Suecia, los cuatro grandes editores crearon en el año 2000 su brazo digital, Elib, que puso en marcha después de dialogar con las bibliotecas un sistema de pago por préstamo. El número de copias de un título al que podía se acceder al mismo tiempo era ilimitado, y las bibliotecas pagaban dos euros por cada préstamo. Cuenta el informe que en 2013, alcanzado ya 1,4 millones de préstamos anuales, se vio que el sistema tenía grandes fallos: con esa política de precios fijos, los editores, preocupados por que los préstamos en bibliotecas canibalizaran las ventas, no ponían a disposición de las bibliotecas las novedades hasta que éstas empezaban a decaer comercialmente. Después de un periodo de consultas, se reconoció que era necesario un sistema viable que diera a las bibliotecas el control sobre su catálogo y sus costes, protegiendo al mismo tiempo las ventas de las editoriales.

Con el nuevo sistema, los editores pueden elegir entre poner sus títulos a disposición de las bibliotecas con un “modelo de acceso” (libre acceso, pago por préstamos y un número ilimitado de usuarios simultáneos) o un modelo de licencias (compra de “copias virtuales”, con diez préstamos por licencia, válida por cinco años, con un solo usuario cada vez). Los editores establecen y revisan los precios en cualquier momento, y las bibliotecas pueden elegir su catálogo de entre los títulos disponibles, gestionando catálogo y costes desde la interfaz de Elib.

El informe reconoce que en la era digital, las bibliotecas están “reinventándose a sí mismas, creando nuevas propuestas de valor, proporcionando nuevos recursos y encontrando nuevas formas de servir a su comunidad”. Y dice que “el préstamo en bibliotecas, hecho correctamente, puede contribuir a los ingresos de los editores”. Por eso, en este escenario, más que por políticas establecidas de arriba a abajo, apuesta por los modelos colaborativos que sirvan a los intereses de todos, algo en lo que ya trabaja, experimentando como muestra el informe, el ecosistema del libro.

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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Más bibliotecas, más visitas, más rentabilidad

INforme sector libroRecién salido del horno, ya tenemos entre nuestras manos (y en nuestras pantallas) el informe del Observatorio de la Lectura y el Libro “El sector del libro en España 2012-2014”, que reúne los datos más relevantes de diferentes fuentes (INE, editores, libreros, Ministerio de Educación…) para realizar una radiografía detallada de lo que se edita y lee en nuestro país, y cómo se hace. Aquí vamos a desgranar los datos más interesantes referidos a las bibliotecas que recoge el informe, todos ellos buenas noticias, hay que decirlo, pregonarlo, gritarlo, celebrarlo :).

  • En 2012 el número de bibliotecas creció en un 3,4% respecto a 2010, con un total de 6.835, el 82% de ellas de titularidad pública, según los datos del Instituto Nacional de Estadística.
  • El número de usuarios inscritos también ha crecido en esos años… y mucho más, un 12,8%, con 20,38 millones de personas con carné. El número de visitas en 2012 superó los 216 millones. Los más asiduos, los jóvenes de 14 a 24 años (casi seis de cada diez).
  • Los fondos de las bibliotecas crecieron en 2012 un 8,2% respecto a 2010, alcanzando los 266,4 millones de documentos. De ellos, seis de cada diez son libros, y uno de cada diez es un documentos electrónico.
  • También el libro es lo que más se presta (66%), seguido de los documentos audiovisuales (casi dos de cada diez préstamos).

El libro electrónico

INforme sector libro2La oferta de libro-e en las bibliotecas llegó a los 9,26 millones de “ejemplares” en 2012, lo que supone un aumento del 49,1% respecto a 2010. Y parece que la inversión en ellos es rentable porque en 2012 suponían el 3,5% del total de los fondos de las bibliotecas y el 5,4% de los préstamos. Otro dato de lo más interesante es que en 2012 ya eran un 11,6% las bibliotecas que contaban con servicio de consulta de libros electrónicos en sala (un 22,7% más que en 2010) y que el porcentaje de bibliotecas con lectores de ebooks alcanzó el 6,5%. Estas cifras seguro que tendrán un impulso importante cuando empiece a implementarse el mes próximo el programa de suministro de libros electrónicos impulsado por el Ministerio de Educación.

 Reconocimiento y valor de las bibliotecas

El informe incluye un apartado específico sobre el valor económico y social de las bibliotecas, aunque habla más del primero que del segundo. Confieso que me chirría mucho esta tendencia a traducir casi toda actividad humana a cifras de rendimiento económico, porque me parece que es una especie de rendición a una lógica mercantilista que deberíamos mantener lejos de asuntos como los derechos básicos (la educación, la información) y los servicios públicos. Porque, ¿qué pasa si de repente descubrimos que no es rentable económicamente? ¿Se dejan de atender esos derechos? Es absurdo pero, en todo caso, como decía en una charla recientemente Roberto Soto (@rober_tosoto), si se empeñan en hablarnos en ese idioma, responderemos con datos.

Y las cifras dicen que por cada euro invertido en una biblioteca pública en España, el retorno a la sociedad es de entre 2,49 y 3,40 euros, según los cálculos hechos públicos recientemente por FESABID, y que recoge este informe. Hasta se habla de cómo las bibliotecas atraen consumo en los comercios situados en su zona de influencia, porque el 45% de las visitas que se hacen a las biblios se aprovechan para hacer compras o pasarse por el bar, con un gasto medio de 15,50 euros. No me preguntéis cómo se saben estas cosas…

En cuanto a la valoración de los servicios por los usuarios, destaca la satisfacción con el asesoramiento profesional de los bibliotecarios y la disponibilidad de libros, con notas que superan los 8 sobre 10. Los usuarios otorgan entre 7,5 y 8 puntos a la comodidad y calidad de los puestos de lectura y la formación que reciben para mejorar el acceso y uso de información electrónica. Por supuesto, el acceso a internet vía wifi es de los servicios más atractivos.

Y para terminar, por comunidades, las bibliotecas más valoradas son las de Baleares (8,12 puntos de media), las de Cataluña (8,01) y Navarra (7,92), y las que menos las de Canarias (7,43), La Rioja (7,5) y Castilla y León (7,68). En todo caso, como vemos, en todas las comunidades autónomas las bibliotecas superan el 7 de valoración. Un notable en toda regla.

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Informe sobre el mercado global del libro electrónico (con parada especial en España)

global-ebookHace unos días se publicaba la nueva edición del Informe Global Ebook sobre tendencias en el mercado mundial del libro electrónico, y no podíamos dejar de compartir aquí con vosotros algunos de los contenidos que nos han parecido más interesantes. Se trata de uno de los informes más exhaustivos a nivel internacional, que presenta datos reales (y no pronósticos) sobre la situación de casi todos los principales mercados para el libro electrónico, desde los maduros de EEUU y Reino Unido, hasta los emergentes de Brasil, China, India Rusia y países árabes, pasando por los principales mercados europeos.

Y decimos casi todos los principales porque -y ésta es una laguna importante en el informe, a nuestro juicio- no recoge información alguna sobre el mercado en lengua castellana más allá de los datos referidos a España. Y eso a pesar de que reconoce que es uno de los pocos mercados editoriales lo suficientemente grande (con Latinoamérica y la población hispana de EE.UU) como para “formar un centro de gravedad por derecho propio” en el que puede producirse dinámicas diferentes a las tendencias globales. Porque, al igual que puede pasar en EE.UU, Reino Unido y Francia, por ejemplo, el mercado del libro en castellano refleja identidades y tradiciones culturales propias, y favorece la creación y la permanencia en el tiempo de actores propios -diferentes a los globales Amazon, Apple, Google y compañía- tanto en el sector editorial como entre los libreros.

El mercado español

Los aspectos generales que aborda el informe y, en especial, el epígrafe referido a España están disponible en castellano en Universo abierto, el blog de la biblioteca de la Facultad de Traducción y Documentación de la Universidad de Salamanca (siempre una estupenda referencia), por lo que no vamos a duplicar aquí trabajo ya hecho. Solo destacamos los datos más originales y actuales sobre España que recoge el informe, basados en encuestas hechas expresamente para el informe a expertos en el mercado español:

  • Los profesionales del sector estiman que la cuota de mercado de los libros electrónicos se sitúa a mediados de 2013 alrededor del 3%, dos puntos porcentuales por encima de la cuota que se registraba en 2012.
  • Para las novedades en ficción, dicha cuota de mercado sube hasta el 8%.
  • Las ventas de títulos de ficción alcanzan el 70% del total de las ventas de libros electrónicos.
  • Se espera que en 2015 el 15% de los ingresos del sector editorial provenga del libro electrónico.
  • No presenta cifras exactas respecto al tamaño del catálogo de libros electrónicos disponible para los usuarios, pero se estima que ya lo forman entre 30.000 y 50.000 títulos.

No os perdáis, en la traducción publicada en Universo abierto, o en el informe original (en inglés), el repaso que hace de los principales actores en el mercado del libro electrónico en España.

Los abusones en el mercado global

La otra aportación que nos parece interesante destacar de este informe es el análisis que hace del ecosistema del libro electrónico a nivel mundial, con el conflicto abierto entre actores globales y actores locales, y los nuevos paradigmas y retos que se presentan en el sector, con asuntos tan candantes como la competencia desleal de empresas como Amazon, Apple y Kobo respecto al pago de impuestos en los países en los que operan, y los sistemas fiscales de saldo con los que compiten algunos países europeos (Luxemburgo, Irlanda) para atraer a estos gigantes.

NologoY es que se habla mucho de la piratería como principal amenaza para el sector, pero mucho más perjudicial puede llegar a ser la posición abusiva que ocupan estas empresas globales, que amenazan con barrer toda competencia. Y cuando hablamos de concentración monopolística en un sector como la cultura, estamos hablando de algo mucho más peligroso que la amenaza que suponía las políticas de expansión de Starbucks, que narraba el magistral No logo de Naomi Klein. Hablamos de pérdida de libertad, del derecho a la información, a la formación y al acceso a la cultura, de amenaza a la identidad cultural, de empobrecimiento de las personas y las comunidades.

Por eso, de todo esto prometemos hablar dentro de poco en otra entrada de este blog, para contar, entre otras cosas, qué se están haciendo dentro y fuera de nuestras fronteras para frenar las prácticas abusivas. Estaremos encantados de recibir vuestros comentarios al respecto y debatir sobre ellos.

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Bibliotecas y bibliotecarios en el mundo hiperconectado

PortadaInforme APEIEstamos leyendo estos días con mucho atención el “Informe Apei sobre bibliotecas ante el siglo XXI: nuevos medios y caminos” elaborado por Julián Marquina, y casi desde el primer momento teníamos claro que el torrente de ideas y ejemplos que aporta este valioso trabajo merecían la pena una entrada en nuestro blog, aunque solo sea para destacar algunas de las propuestas que más nos han gustado/sorprendido, y que creemos que pueden dar lugar a un buen debate porque van directas a la cuestión de cómo adaptar las bibliotecas a un mundo y una ciudadanía hiperconectados. ¿Cómo afrontar esa revolución tecnológica y social acelerada que nos está arrastrando a lugares desconocidos y muy, muy estimulantes?

Las propuestas del informe se articulan en tres bloques: el primero sobre retos y perspectivas para las bibliotecas en el siglo XXI; un segundo más centrado en los medios sociales y las herramientas de comunicación vinculadas a los móviles; y el tercero dedicado en los “nuevos caminos” que están explorando las bibliotecas y en el perfil de los bibliotecarios y bibliotecarias como “desbrozadoras” de esas sendas. Es en este último bloque en el que nos vamos a centrar, porque realmente recoge ejemplos y propuestas de esos con los que se te cae la baba 😉

 

Acceso a la tecnología y el aprendizaje

Empezamos por los ejemplos. La evolución de las bibliotecas en este mundo revolucionado por la tecnología pasa por que los usuarios las perciban, en palabras de Marquina, como “el lugar idóneo para sus necesidades de creación, de búsqueda de información y de acceso a la tecnología y el aprendizaje”.

En esa línea, y teniendo muy clara la necesidad de escuchar a los usuarios a la hora de elaborar sus planes estratégicos, algunas bibliotecas, sobre todo estadounidenses, están poniendo a disposición de la ciudadanía espacios, tecnologías y servicios (como talleres formativos) con los que pueden dedicarse a la creación de música, vídeos y otros contenidos digitales.

Estas acciones, cuenta el informe, forman parte de lo que se conoce como movimiento Maker, y una de las bibliotecas pioneras en él es la Fayetteville Free Library de Nueva York. En la misma línea está el LibraryYou de la Biblioteca de Escondido, que tiene como objetivo recopilar y compartir conocimientos locales a través de vídeos y postcasts, y el Dream Lab de la DC Public Library de Washington, que funciona como espacio de trabajo colaborativo y de creación para pequeñas organizaciones, grupos o personas a título individual.

Todas estas iniciativas son capaces de cerrar la brecha digital entre bibliotecas y usuarios, y tienen el beneficio añadido de atraer a los más jóvenes en torno a servicios que promueven la innovación, y la creación (y no solo el consumo) de contenidos. Pero, además de formar y alfabetizar a los usuarios en estas tecnologías y facilitar el acceso a ellas, en este nuevo mundo las bibliotecas están, a su vez, muy bien posicionadas para convertirse en “pilares básicos” en la creación de contenidos de calidad, útiles para la comunidad.

El informe cita algunas vías abiertas en este sentido, como el proyecto de creación de contenidos para la Wikipedia que están llevando a cabo desde las Bibliotecas Públicas de Cataluña, y la creación de cursos MOOC (cursos masivos online, gratuitos, que ahora mismo impulsan principalmente las universidades, y entre cuyas plataformas más conocidas destacan Coursera en EE.UU y MiriadaX en Latinoamérica). Y explica además por qué las bibliotecas están especialmente bien situadas para impulsar estos MOOC, entre otras cosas por su capacidad para construir grandes comunidades, por su acceso a recursos físicos y virtuales y por estar habituadas a la formación y alfabetización de usuarios.

 

El papel de los profesionales

Para impulsar todos estos cambios, Marquina habla de la necesidad de que bibliotecarios y bibliotecarias sean emprendedores dentro de la propia biblioteca («INprendedores»), es decir de superar “el miedo al fracaso y a lo desconocido, los sistemas rígidos y la burocracia organizacional, la falta de apoyo y oportunidades” para asumir riesgos y hacer posible el cambio. Y traza todo un perfil del “INprendedor” bibliotecario, que incluye, entre otras muchas cosas, tener alma de líder, conocer y estar altamente comprometido con la biblioteca, estar en formación permanente y experimentar, experimentar, experimentar.

De todas formas, y esto también lo deja claro, no es una tarea que pueda hacer uno solo, sino que es cosa de trabajar en equipo y de que la organización esté abierta al cambio… y lo apoye. Se trata de anticiparse a las necesidades de los usuarios y ofrecerles “soluciones relevantes y de calidad”, de buscar “oportunidades para transformar la escasez en abundancia” y de reconocer que el futuro (y cada vez más el presente) es digital.

Como decíamos al principio, estamos ante un nuevo escenario para crear, transformar, compartir y difundir la información y el conocimiento que es, de verdad, apasionante. ¿No os parece?

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Bibliotecas escolares: potencias emergentes en educación

Son cada vez más, están mejor equipadas y son más valoradas como un recurso importante dentro de los centros escolares. Las bibliotecas escolares ganan protagonismo como piezas clave en las políticas educativas, y de ello se debatió en el V Encuentro bibliotecas y Municipio (#VEBM), celebrado en Madrid el 1 de octubre. Aquí queremos compartir con vosotros dos de las presentaciones que se hicieron: por un lado, el estudio Bibliotecas escolares en España. Dinámicas 2005-2011, elaborado por el Ministerio de Educación y la Fundación Germán Sánchez Ruipérez; y, por otro lado, el Programa de Bibliotecas Escolares de Girona. Empezamos por este último, simplemente compartiendo aquí la estupenda presentación que hicieron sus responsables en el Encuentro.

En cuanto al estudio, aunque podéis acceder a sus casi 300 páginas pinchando aquí, nos hemos puesto a resumir sus principales argumentos. Una de las ideas centrales es cómo las bibliotecas escolares se están convirtiendo en centros de recursos cada vez más activos, en espacios para desarrollar competencias fundamentales para el s. XXI, como son las de investigación. En ellas, los alumnos aprenden a usar estrategias de búsqueda de información, a contrastar fuentes, a organizar y tratar la información y a incorporar las Tecnología de la Información y la Comunicación (TIC) a estas actividades. Y están siendo consideradas, además, como indicadores de la calidad pedagógica de los centros.

En la columna del “haber”, entre 2005 y 2011 se han producido avances interesantes en:

  • Recursos económicos: el porcentaje de bibliotecas que tenían más 700 euros de presupuesto anual en el 2009-2010 era del 59,8%, casi el doble de las que disponían de tal presupuesto en 2003. Y también aumentaron los recursos extraordinarios: el 74,7% los recibió hasta 2011.
  • Mobiliario e instalaciones: es uno de los aspectos en los que más se ha mejorado (en el 57,6% y el 31,1% de los centros, respectivamente).
  • Aumentó el acceso a internet (ya lo tienen el 50,7% de los centros), se introdujo wifi en el 44,7% y también aumentó el porcentaje de centros con ordenadores para trabajar y con catálogo informatizado.
  • Más inversión en la profesionalización y formación de los encargados de las bibliotecas, sobre todo en literatura infantil y juvenil, y en el uso didáctico de internet.
  • Una de cada tres bibliotecas ofrece bibliografías preparadas para profesores y alumnos, orientadas a apoyar el desarrollo del currículo.
  • El 37,8% de las bibliotecas escolares de centros públicos tiene relación con la biblioteca pública del barrio o del pueblo, sobre todo para actividades de fomento de la lectura, aunque también para la formación en el uso de la información y en la gestión técnica de la biblioteca. Y la colaboración funciona en algunos casos en ambos sentidos. Aquí podéis ver, por ejemplo, el Plan de Lectura Municipal 2007-2011 que desarrolló el Ayuntamiento de La Puebla de Alfindén (Zaragoza) del que se habló en el #VEBM
  • El 78,1% de las bibliotecas tienen un Plan de Lectura para el desarrollo de las competencias de lectura, escritura y uso de la información. Además, el 55,2% de las bibliotecas tienen programas de fomento de la lectura.

En la columna del “debe”, el informe dice que es necesario:

  • Mejora en el equipamiento tecnológico de las bibliotecas escolares. Es lo que más demandan los alumnos, y con razón: solo una de cada cinco tiene un buen nivel en esta materia para atender las necesidades del currículo escolar.
  • Incremento en los recursos para la adquisición de fondos: casi uno de cuatro centros no alcanza la colección mínima recomendada por la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA). El alumnado demanda una mayor oferta de lecturas e información sobre los temas que les interesan. Las colecciones no están equilibradas, no conectan con todo el curriculum escolar: lengua y literatura sigue siendo el área más representada en los fondos de las bibliotecas.
  • Aumento de las horas de dedicación por parte de las personas encargadas de las bibliotecas, y mayor estabilidad en el cargo.
  • Aumentar la oferta de programas de formación en el uso e la información para el alumnado.

Esperamos que ambos materiales os resulten de inspiración y fomenten el debate y la acción. ¿Tenéis experiencias que queráis compartir en este campo?

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