Jura de bandera cultural

 

En 2017 la supermoderna revista Dazed encargó a 10 artistas que diseñaran banderas alternativas a diferentes países. Ésta que luce aquí es la que la artista digital Alicia Rihko hizo para España.

 

Los tópicos reconfortan, son acogedores para quienes los practican pero no los sufren, ahorran del esfuerzo de pensar; en ocasiones, hasta resultan simpáticos. Con esa simpatía tontorrona de lo ya sabido, del lugar común, lo malo es cuando alguien, del modo más inocente, se atreve a llevar la contraria a esos tópicos.

El músico James Rhodes se ha atrevido a contravenir los tópicos sobre España en una columna en ‘El País’: pero no los tópicos que llevan retratando a nuestro país desde hace siglos, es mucho más grave lo suyo: se ha atrevido a hablar bien de España y de los españoles. Y eso, eso es intolerable para algunos.

Rhodes destaca la amabilidad, simpatía, alegría, lo bien que se come en España, la forma de relacionarnos y tantas otras cosas que no difieren mucho de lo que Theóphile Gautier, Washington Irving, Ian Gibson o cualquier folleto de tour operator no dijeran antes de una forma u otra. Su falta ha sido el decirlo en un momento en que todo ha de ser negativo en torno a este país a riesgo de incurrir en apoyar un bando o a otro.

La ingenua y sincera admiración de Rhodes no cabe en ese puzle ideológico en el que parece que todos tenemos que posicionarnos. No hay sitio para matices: no vaya a ser que lo que nos quiere vender un bando triunfe sobre lo que nos quiere vender el otro.

 

Puestos a elegir los mapas por los que nos gusta movernos elegimos los de los escritores que se recogen en el delicioso atlas literario editado por Impedimenta.

 

Que Patria siga copando la lista de los libros más vendidos se podía esperar dada la calidad de la novela (aunque la calidad sea un requisito menor en esto de convertirse en best seller): pero sobre todo por lo oportuno de su temática y de su título. Será consecuencia de la falta de fronteras que promueve lo digital: pero no deja de ser curioso la revitalización que lo patriótico ha ganado en los últimos tiempos. En muchos ayuntamientos se organizan juras de bandera para los ciudadanos, una cantante pop emociona poniéndole letra al himno nacional; balcones y ventanas con banderas de un signo u otro (incluía la LGTBI) ondeando: una exaltación de lo patriótico que habría quedado perfecta en el NO-DO.

 

Uno de los mapas incluido en el fantástico atlas literario ‘Trazado’.

 

Que cada uno se adhiera y jure fidelidad a lo que quiera pero desde aquí promovemos juras de bandera a la cultura. Nos ha dado la idea la Biblioteca Swift Current en Canadá que cumple 100 años y para ello han optado por izar una bandera (blanca) conmemorativa de este feliz aniversario frente a la biblioteca. No es la primera biblioteca norteamericana que recurre al izado de bandera para celebrar un aniversario. Las banderas bibliotecarias tienen la ventaja de que no exigen exclusividad, se pueden compartir los afectos con cuantas banderas se quiera. Tal cual como un Sheldon Cooper emocionado por su canal de Youtube: Fun with Flags.

 

Sheldon y su novia sublimando sus deseos sexuales (al menos los de ella) con las banderas.

 

Pero el fetichismo funny (divertido) de Sheldon con las banderas se pierde cuando se convierten en trapos arrojadizos o en símbolos de dominio. Es sorprendente la polisemia que puede alcanzar un simple trozo de tela, pero cuando de una bandera cultural se trata: todo significado ofensivo se desvanece. En Nueva Zelanda, últimamente, saben mucho de esto.

Hace un mes los estudiantes y bibliotecarios de la Universidad de Auckland enarbolaron la bandera  de la cultura y el arte y con ella ocuparon la biblioteca de la Facultad de Bellas Artes sobre la que pesa una amenaza de cierre. El asunto adquiere más resonancia viniendo de un país que hace solo dos años planteó un cambio de bandera para luego quedarse con la que tenía; que de nuevo saltó a los medios por ser el primer país que hacía ondear la bandera del orgullo intersexual en su parlamento: y que hace poco, reclamaba que las múltiples islas que componen Nueva Zelanda no desaparezcan de los mapas.

 

El periodista y arquitecto Karl Sharro ha tenido eco en las redes por este mapa de Europa que publicó en su Instagram. Sharro aplica la misma lógica que las potencias coloniales aplicaron al  continente africano en el siglo XIX: dividiéndolo artificialmente para repartirse el continente según sus intereses de riqueza. Sin atender a poblaciones, tribus, geografías ni recursos. Divisiones artificiales que traen como consecuencia las peores fronteras posibles: las mentales.  

 

Que no te borren del mapa, preservar tu identidad, hacer que flamee tu bandera sobre una loma, una montaña o en edificio: el caso es marcar el territorio, proclamar tu pertenencia, remarcar tu diferencia. Reacciones instintivas al borrado de fronteras que llevan tiempo aplicando la globalización y la revolución digital. Pero ¿y si puestos a definirnos por algo tan accidental como es el hecho de nacer en un sitio reivindicamos el definirnos por aquello que elegimos conscientemente: por nuestras afinidades culturales?  ¿Suena naif? En realidad todo lo naif resulta de lo más provocador ante tanta exaltación de la indignación con la que convivimos cada día.

 

 

Un ejemplo muy cercano de lo difícil que se hace poner bandera a la cultura en nuestros días aconteció solo hace dos días. El pasado lunes 28 de mayo se presentaba en la Biblioteca Regional de Murcia la plataforma de préstamo digital de contenidos audiovisuales eFilmMurcia (una plataforma, para quien no lo sepa, que ha desarrollado Infobibliotecas: con lo cual que nadie se inquiete si esto adquiere cierto tono publicitario. Eso sí, plenamente justificado por lo que se va a contar). Una vez que la noticia saltó a los medios y se fue expandiendo por las redes sociales: la cuenta de Twitter de la BRMU se llenó de usuarios entusiasmados con la idea. Un continuo tuitear y retuitear, de felicitaciones y celebraciones por contar con algo tan novedoso proviniendo de una biblioteca.

No vamos a contar aquí en detalle lo que está suponiendo esta puesta en marcha. Primero porque pensamos dedicar un post aprovechando que este blog lo puede contar de primera mano; y segundo, porque están siendo muchas las bibliotecas (y no solo bibliotecas) que están contactando con la BRMU para conocer cómo se está desarrollando el proceso. Pero dejemos pasar un poco de tiempo, que además, acabamos de contar la experiencia con los videojuegos en la BRMU, y ya iba a resultar cansina tanta murcianía.

 

 

Pero a lo que íbamos sobre banderas, cultura y fronteras. A menos de 48 horas desde que se lanzó la plataforma se habían efectuado 350 préstamos y más de 4000 personas habían accedido a la plataforma desde todo el mundo. Las solicitudes para darse de alta como usuario de la Red de Bibliotecas de la Región de Murcia alcanzaron hasta 300 peticiones a través de su web en solo 12 horas; los correos y llamadas de antiguos usuarios que habían dejado de usar sus carnés pero ahora quieren ponerse al día (por deudas pendientes) está siendo continua. Tanto es así que se están adaptando las condiciones y se va a restringir el alta online de nuevos usuarios; siendo necesario darse de alta personalmente en cualquiera de los puntos de servicio que componen la Red.

¿Se puede poner puertas a la cultura en digital? Es obvio que no. Los 12.800 audiovisuales (de total de 30.000) que ahora mismo están disponibles en eFilmMurcia han obrado el efecto llamada. Sí se puede controlar los accesos para que nadie abuse, y combatir la piratería gracias a iniciativas que provean de plataformas de contenidos digitales a las bibliotecas (eBiblio o ahora eFilm). Pero sea cual sea la bandera que ondee en las fachadas de esas bibliotecas: los usuarios que eviten que las bibliotecas se borren del mapa dándoles uso conformarán su identidad cultural sin atender a fronteras ni banderas. Solo a lo que de bueno y variado les sepan ofrecer en esas bibliotecas.

 

About Vicente Funes

Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Crossover bibliotecario

 

No podemos saber cómo habrían sido los hijos de parejas tan dispares como Arthur Miller y Marilyn Monroe, Orson Welles y Rita Hayworth o Artie Shaw y Ava Gardner: porque no los tuvieron. Pero haciendo suposiciones: ¿qué habría primado en el cóctel de genes entre el brillante dramaturgo, el genio cinematográfico o el talento musical y las impresionantes bellezas de las tres sex symbol de Hollywood? ¿Y si la brillantez intelectual no hubiera sido herencia de los padres sino de las virtudes silenciadas de las madres?

 

Orson Welles cometiendo la herejía máxima contra el sistema de Hollywood: cortando y tiñendo la mítica melena pelirroja de su, entonces esposa, Rita Hayworth.

La factoría de genios: desentrañando los misterios del banco de esperma de los premios Nobel.

 

Los caminos de los cruces genéticos son inescrutables. En el banco de esperma William Shockley se conserva el semen de los científicos que han ganado el premio Nobel. El profesor de psicología en Harvard, Steve Pinker, recoge en su famoso ensayo La tabla rasa una anécdota al respecto de lo más jugosa. Según relata, cuando le pidieron al bioquímico George Wald su semen para conservarlo en el citado banco, éste replicó que debían ponerse en contacto con su padre, un pobre sastre emigrante, porque el suyo había dado como resultado a dos hijos guitarristas.

Las bibliotecas no tienen genes pero eso no les impide «cruzarse» con otras instituciones, servicios públicos o conceptos. Los mas puristas argüirán que determinados experimentos solo pueden desembocar en la adulteración de lo que es y ha sido una biblioteca: pero está biológicamente demostrado que la endogamia solo lleva a la devaluación genética de la especie. Así que no vamos a justificarnos por ejercer de alcahuetas.

¿Cómo llamaríamos a la criatura? Si sale mal: aborto, si sale bien: como mejor convenga al entendimiento rápido de todos. Pero dejémonos de prolegómenos. Bajemos un poco la luz, acaso pongamos una música agradable y que empiecen los emparejamientos.

 

«Y Frida les habló del amor…»: fue compartir en nuestras redes este crossover entre Frida Kahlo y las princesas Disney a cuenta del amor y romper las estadísticas.

 

BIBLIOTECA-CENTRO COMERCIAL

 

Ya citábamos algunas de las deudas que las bibliotecas tienen para con los centros comerciales o grandes superficies en Supermercados de la cultura: oferta del día en ideas propias. Desde ese post las últimas noticias sobre los centros comerciales han agudizado una tendencia: su desaparición. Según un reciente estudio de los 1.200 centros comerciales actuales en Estados Unidos, en 2022, solo quedará la cuarta parte por el auge del comercio digital . Culpables de matar el centro de las urbes, acabar con el comercio de proximidad y embrutecer a los consumidores con su oferta despersonalizada: no nos da ninguna pena, y menos aún, si se afianza la tendencia de reconvertirlos en bibliotecas.

 

Un centro comercial abandonado lleno de nieve en Akron (Ohio)

 

El último caso ha sido en Abilene (Texas). En el centro comercial de Abilene van cerrando cada vez más negocios, y la biblioteca de la ciudad tejana, decidió abrir una sucursal aprovechando los locales que iban quedando vacíos. Desde que abrieron la sucursal, el pasado mes de noviembre, el número de usuarios ha pasado de 91.177 a 221.372. Los bibliotecarios están encantados pero los gerentes del centro comercial aún más. Como declaró a los medios el responsable del centro: «La biblioteca es un gran inquilino, ojalá hubiéramos tenido más como ellos». Y el beneficio es mutuo, no solo por ocupar un espacio vacío y dotarlo de vida, sino también por organizar actividades para los niños en los espacios comunes del centro. En este caso más que un crossover se podría hablar de una pacífica y lenta colonización.

 

Biblioteca en el centro comercial de Abilene.

 

BIBLIOTECA-AGENCIA DE VIAJES

 

Al igual que a los centros comerciales: Internet le ha dado la puntilla a las agencias de viajes. Una paradoja, que ahora que la gente viaja más que nunca, sean los negocios que desde siempre han gestionado estos asuntos los que se vean en riesgo de desaparación. Parte de culpa la tiene su dependencia de los grandes turoperadores que les limitan a la hora de ofrecer alojamientos, itinerarios y combinaciones. Por eso se ha visto un resurgir de las agencias, físicas o virtuales, que ofrecen viajes fuera de lo habitual: quedando para las clásicas la oferta de paquetes de vacaciones o los viajes del Imserso.

Es el caso de la agencia de viajes online Frikitrip que organiza viajes temáticos. ¿Qué eres fan de Doctor Who, de Harry Potter, Juego de Tronos, de los vikingos o de The Beatles? Pues ellos te organizan el viaje, los itinerarios y lugares a visitar: para que tu inmersión en tu serie, género o grupo favorito sea absoluto. Es justo de lo que hablábamos en Turoperador bibliotecario. Allí sugeríamos un servicio que ayudase a los usuarios a diseñar sus viajes en colaboración con su bibliotecario. No se trataba tanto de gestionarle la logística del viaje: como de proveerle de obras que tuvieran que ver con su destino para que su inmersión fuera mucho más rica.

Patti Smith polaroid en ristre

¿No deberían los responsables de Frikitrip ampliar su espectro e incluir a los amantes de la literatura, o añadir más tipo de cine o música? Una alianza Frikitrip-biblioteca sería todo un éxito. En lugar de aburridos selfies con la sirenita de Copenhague, el skyline de Nueva York o la Torre de Pisa: el álbum de fotos del viaje sería como los de Patti Smith (cuyo periplo por el Nueva York de los 70-80 bien daría para un viaje temático). Con las polaroids que la cantante-poetisa estadounidense ha hecho en sus viajes literarios se han llegado a montar exposiciones: desde unos cubiertos de Rimbaud, la cama y escritorio de Virginia Woolf, un pañuelo de William S. Burroughs o unas pantuflas de su amado Robert Mapplethorpe.

 

Cama y despacho de Virginia Woolf fotografiados por Patti Smith

 

BIBLIOTECA-GASTROMERCADO

 

La saga Sharknado: tiburones + tornados. ¿Quién da más?

¿Gastromercados y bibliotecas? ¿qué invento es esto? Estos crossovers empezaron con referentes del Hollywood de oro, y de seguir así, van a terminar como la saga Sharknado: mezclando tiburones con tornados. Pero todo tiene su explicación.

Si hay unos espacios públicos que han conocido y siguen conociendo un auge inusitado estos son los espacios gastronómicos. Rafael Ibáñez ya nos hablaba de las Gastrobibliotecas  hace cuatro años. En ese caso se trataba de bibliotecas especializadas en gastronomía. Pero dado que no todas las bibliotecas pueden tener cocina como la Biblioteca del Fondo en Santa Coloma de Gramanet: tal vez sea el momento de ir un poco más allá

Guste más o menos: el lobby estudiantil ejerce una presión constante. Por eso, mientras que se siguen ensayando fórmulas para hacerlos usuarios más activos de colecciones y servicios: ¿por qué no atender a sus necesidades más primarias?

Durante épocas de exámenes prácticamente viven en la biblioteca. En ciudades medianas y grandes la imagen de grupos sentados en las escaleras, en las zonas comunes o en la calle (en el caso de que no haya sitio dentro del edificio) con sus tupper resulta de lo más habitual.

 

 

Simplemente se trataría de copiar lo que ya están haciendo en algunas universidades. Iniciativas como Foodtopía 1.800w. en el Parque Científico de la Universidad de Murcia: es un ejemplo. Este proyecto de economía local resiliente (como le gusta denominarse) ofrece comida que une producción agrícola y distribución de alimentos local. Promoviendo un menú saludable, ecológico y a precios muy asequibles: servicios de catering del tipo Foodtopía 1.800w. podrían perfectamente proveer y promover la dieta saludable de los jóvenes ofreciendo sus productos en bibliotecas a mediodía. Y sería una opción tanto para estudiantes, como para individuos en riesgo de exclusión, para los que la biblioteca no es ya su segunda casa, sino prácticamente lo más cercano que reconocen como hogar.

BIBLIOTECA-CENTRO DE OCIO

 

Jane Austen + zombis: después de esto ya nada queda a salvo.

No vamos a llegar a proponer un parque de atracciones bibliotecarias, pero a un paso estamos. Si museos y otras instituciones respetables han optado abiertamente por la gamificación y por dotar a sus propuestas de un aura de espectáculo cuasi circense: las bibliotecas no pueden quedarse atrás.

El verano de 2016 fue el verano de la moda del Pokémon Go. Varios artículos e iniciativas se centraron en sacar rédito a dicha moda desde las bibliotecas. Un año después, pasado ese furor, la moraleja como siempre es la misma: no hay que correr detrás de la última zanahoria digital que nos ofrezcan. Las bibliotecas son milenarias, pueden tomarse su tiempo, sin dejarse agobiar por la sensación permanente de estar perdiendo algún tren con destino final a la obsolescencia.

«Desde lo alto de esas bibliotecas 43 siglos nos contemplan».

 

No se trata de realidad inmersiva 4D es una obra del pintor hiperrealista Joel Rea

 

Robots y Tolstói: ¿qué puede salir mal?

Ya hablamos en Escapando de la biblioteca, escapando de los bibliotecarios de la moda de las escape room y sus posibilidades en bibliotecas, la cultura maker sigue ganando terreno, la robótica es un campo a tener en cuenta, y ahora toma el relevo a la realidad aumentada: la realidad inmersiva 4D. Una vez más, como toda novedad, habrá que tomársela con calma.

La empresa Broomx Tecnologies ha creado el primer sistema de proyecciones inmersivas 4D y vídeos 360 que no necesitan del uso de ningunas gafas y pueden disfrutarse en cualquier espacio. Recrear a personajes e historias de libros, películas o cómics en la sección Infantil y Juvenil, convertir al libro en el epicentro del que nace todo lo imaginable. Como con cada nueva maravilla tecnológica se corre el riesgo de quedarse con la atracción de feria y dejar aparte el contenido. Solo el tiempo y el desarrollo dirán lo útil que puede llegar a ser como aliado de la oferta bibliotecaria.

 

Cuando la Universal dejó que sus monstruos clásicos se cruzaran con las comedias de Abbott y Costello (los Pajares y Esteso de los 40 estadounidenses): la decadencia de los mitos del terror clásico se hizo imparable.

 

Se sabe cómo se empieza pero no cómo se acaba. Los crossover es lo que tienen. Podríamos seguir con cruces genéticos entre bibliotecas y otras instituciones y servicios: pero antes de que esto adopte tintes orgiásticos mejor dejarlo.

Y si arrancamos con parejas llenas de glamour cerremos con todo un clásico. La metáfora perfecta del crossover bibliotecario sería la pareja protagonista de Bola de fuego (1941) de Howard Hawks. El tímido y encantador erudito interpretado por Gary Cooper y la desinhibida cabaretera a la que daba rutilante vida Barbara Stanwyck. La calle irrumpiendo en la academia y trastocándolo todo. No hubo segunda parte, así que no podemos saber cómo fue el resultado de tal cruce genético: pero es muy posible que fuera equiparable a una idea de biblioteca cercana a lo que hemos propuesto aquí.

 

About Vicente Funes

Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Escaparatismo para bibliotecas

 

En 1939 Salvador Dalí recibió el encargo de montar dos escaparates en uno de los más lujosos comercios de la 5ª Avenida de Nueva York. Como era de esperar el montaje daliniano no podía pecar de convencional en pleno furor surrealista: una bañera peluda, sus célebres teléfonos con forma de langosta o un traje afrodisíaco formado con peppermint y moscas adheridas completaban uno de los escaparates.

 

Escaparate diseñado por Dalí

 

El día de su estreno el artista acudió al local y al comprobar que los dueños habían modificado/censurado algunos detalles de su montaje: optó por emprenderla a patadas destrozándolo todo e intentando volcar, sin éxito, la bañera peluda para inundar el espacio. El resultado fue uno de esos incidentes que tan bien quedan (exagerados o no) en la biografía de un surrealista: pasar una noche en los calabozos de una comisaría neoyorquina.

Dalí, como en tantas otras cosas, fue un adelantado a lo que hoy se conoce como visual merchandising: que no es otra cosa que saber vender los productos de forma que entren fácil por los ojos. En el aún humeante último Congreso de Bibliotecas Públicas (humeante como el cañón de un revolver que disparara ideas en vez de balas) la directora del Centro de Desarrollo Sociocultural de la Fundación Germán Sánchez Ruipérez, Florencia Corrionero, relató como en un cuento el proceso mediante el cual dos artesanos locales remodelado un espacio hasta entonces destinado a las obras de consulta, en un escaparate de lecturas de los usuarios de dicho centro. Y es que si en Supermercados de la cultura: oferta del día en ideas propias, ya hablamos de las similitudes centros comerciales-bibliotecas es lógico que ahora hablemos de escaparates.

 

Infografía con los conceptos básicos del escaparatismo ofrecidos por el BBVA. Es para comercios pero sólo hace falta leerlo pensando en una biblioteca, y no hará falta cambiar ni una coma.

 

No es por la resaca navideña, ni por las grafías sensacionalistas con que los comercios pugnan por atrapar nuestra mirada de viandantes en tiempo de rebajas: es que más allá de la arquitectura para bibliotecas con mayúscula, donde se juegan muchas veces el éxito las bibliotecas, como se decía en aquel anuncio: es en las distancias cortas.

La American Library Association lleva unos años premiando los mejores diseños de showcase, que podemos traducir como escaparates aunque no sea estrictamente un escaparate tal y como se entiende en el comercio. Se trata de espacios bibliotecarios rediseñados para cautivar a su público y conseguir ser totalmente funcionales para los objetivos de una biblioteca. Ya se ha abierto el plazo para presentar candidatas: bibliotecas nuevas o remodeladas, espacios concretos o edificios enteros. Como se puede deducir el escaparate bibliotecario resulta un concepto de lo más amplio.

Repasando algunos de los diseños ganadores se encuentran espacios que está claro que han supuesto una inversión, y un elaborado trabajo; pero otros en cambio parecen mucho más asequibles al haber recurrido más al ingenio. El plazo está abierto hasta el 31 de mayo, así que igual alguna biblioteca española se anima, los premios no están limitados al ámbito estadounidense.

 

Dos imágenes de la Centennial Library Midland en Texas. Un antiguo comercio reconvertido en biblioteca, donde se incluye incluso la cesta de un globo en la zona infantil que sirve como espacio de lectura, además de árboles dentro del edificio que proyectan videos y sonidos de la naturaleza.

La Cliffside Park Free Public Library en New Jersey fue reconocida por los Design Showcase en 2012 por esta imaginativa entrada a la zona infantil en forma de montaña rusa

Biblioteca Pública de Boston

Jen Library en Savannah

 

Un punto de partida interesante para plantearse un «escaparate» en la biblioteca serían los centros de interés. Las típicas selecciones de fondos según temáticas concretas son una oportunidad única para dejar que artistas y creadores locales intervengan los espacios de la biblioteca, y personalicen los espacios de manera realmente llamativa. Eso, o empezar a incluir cursos sobre escaparatismo para bibliotecarios. Lo nunca visto en el afán de esta profesión por abarcarlo todo.

En la Pasarela BRMU de la Biblioteca Regional de Murcia optaron por confiar mejor en los artistas, y así esa combinación entre ropa, libros, bisutería, películas, complementos, música o cómics: dio como resultado un escaparate que satisfizo tanto las expectativas de los bibliotecarios como las de los diseñadores. Pero sobre todo, y eso es lo importante: las de los clientes.

 

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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Cuando despertó, la biblioteca todavía estaba allí

 

Cuando Augusto Monterroso escribió su microrrelato El dinosaurio en 1959, internet no se vislumbraba ni en las películas de ciencia ficción. Y en cambio, Monterroso estaba adelantando lo que iba a ser el futuro sin ni siquiera pretenderlo.

 

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Liniers dibujando la precuela del microrrelato de Monterroso

 

Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí. Perfecto y rotundo en su brevedad. Un agujero negro a la imaginación más desatada condensado en 7 palabras. ¿Sabría de la existencia de El dinosaurio, Jack Dorsey cuando inventó Twitter? Con los 50 caracteres que sobran para los 140, la historia habría podido dar para una secuela.

Y es que si ‘lo bueno si breve, dos veces bueno’: se ha convertido en axioma digital al que nadie parece poder toserle. Según Jakob Nielsen reconocido especialista en usabilidad web, estas son algunas de las directrices que todo el que escriba en internet debe seguir:

  • Hacer enumeraciones
  • Resaltar palabras claves (bien con negrita o hipervínculos)
  • Expresar una idea por párrafo
  • Utilizar frases cortas
  • Emplear subtítulos claros y explicativos

Algunas de estas recomendaciones, si bien no en todas las entradas, es posible observarlas más o menos en muchos de los artículos de este blog. Jakob Nielsen lleva años dedicado a impartir doctrina en torno a estos asuntos, y las propias plataformas digitales en las que se escribe están moldeando según esos criterios el estilo de todo el que se aventura a darle al teclado.

 

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El vergonzoso semáforo rojo de la Legibilidad señalando al post previo

 

Hace pocas semanas con la última actualización de WordPress, el sistema que soporta (en todos los sentidos de la palabra) a este blog, se añadió una nueva prestación. Legibilidad, bajo este nombre se ha incorporado una nueva pestaña dentro del protocolo SEO que aparece bajo cada post juzgando inmisericorde lo que has escrito para ver hasta dónde te ajustas a las normas.

SEO, por si alguien le sigue sonando a chino, son las siglas de search engine optimizers. Es decir, recursos para hacer que lo que publicas llegue a más gente al ser fácilmente localizable por los buscadores.

 

 

El SEO sanciona cualquier desviación de su ideario marcando a tus posts con un punto rojo, y en caso de ajustarte a sus prescripciones, adornándolos con un punto verde. Desde que el SEO llegó a la vida de los escribas digitales, todos somos como Penny la novia de Leonard Hofstadter en la serie The big bang theory. En un episodio, el compañero de piso de Leonard, Sheldon Cooper, intentaba modificar el comportamiento de Penny mediante refuerzo positivo gracias a los bombones. Y es intuir el semáforo verde, y todos salivamos cual perros de Pávlov.

 

 

Contravenir los mandamientos SEO puede acarrear, no ya la falta de bombones, sino el golpe más doloroso en el frágil ego de cualquier juntapalabras digital: ni un triste Me gusta, ni un Compartir, ni siquiera un porcentaje de visitas respetable en las estadísticas. Pero sin ánimo alguno de rebeldía, en este blog hace unos meses contravenimos a conciencia al protocolo SEO y sobrevivimos para contarlo.

 

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El #postenobras marcado en rojo en un mar de verdes

 

En nuestro #postenobras se buscaba con premeditación y alevosía (e incluso algo de nocturnidad por el horario en que fue escrito) incumplir una a una las dosis de sensatez digital a las que nos induce el tan celebrado SEO. Y es hasta posible que el post incurriera en otros atroces delitos de posicionamiento digital de los que ni siquiera éramos conscientes. Pasado un tiempo prudencial, es momento de confesarnos y mostrar el resultado de este brindis al sol, de este suicidio estadístico. Para ello, nada mejor que comulgar con el tono exhibicionista que exigen estos tiempos digitales, y sacar a la luz las intimidades de este blog.

 

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Ranking de las entradas más vistas del último año en este blog

 

En los cuatro meses desde que fue publicado el #postenobras, huérfano de cualquier refuerzo para posicionarse, aparece como el quinto más visitado según las estadísticas de WordPress, el más comentado, y el segundo más compartido en Facebook. ¿Es esto un gesto desafiante a las recomendaciones de gurús y plataformas digitales?

NO (y quien quiera saber del porqué de esta negación rotunda que le dé al enlace)

Es momento de una tregua para analizar lo sucedido.

 

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Ilustración de Shintaro Kago

 

Según un artículo publicado en la edición mexicana de la revista Forbes el futuro de la publicidad pasa por el neuromarketing. El escritor e investigador estadounidense Jürgen Klaric sostiene que el neuromarketing (la aplicación de técnicas propias de la neurociencia para indagar en las reacciones del consumidores) es el futuro de la publicidad. Escudriñar nuestros cerebros mediante electroencefalogramas, resonancias magnéticas o eye-tracking (seguimiento del ojo) para así manipularnos mejor. El consumo luego existo elevado a su máxima potencia.

Como reza otro artículo a cuenta del neuromarketing en la misma publicación:

¡No le tengas miedo al neuromarketing! Esta herramienta te ayuda a entender a tu cliente desde un ángulo que ni él mismo te podría explicar.

La lógica comercial nos necesita predecibles y para ello nada mejor que fomentar el miedo a quedarse fuera del baile bien sea por viejo, desfasado tecnológico o pobre. Así una vez descapotados los cerebros gracias al neuromarketing todos seremos más previsibles y por tanto más felices consumiendo.

Al igual que con el SEO, tampoco se trata de despotricar contra el neuromarketing. Todo lo contrario, si alguien se decidiera a aplicarlo para hacer que la gente leyera más, entonces tanto escrúpulo tonto se nos esfuma en un clic: ¡qué viva el neuromarketing aplicado a bibliotecas! (una vez dicho lo cual nos queda una reflexión pendiente: ¿y cómo sería el neuromarketing aplicado a bibliotecas?)

 

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App de lectura rápida desarrollada por la empresa Spritz. Permite doblar o triplicar la velocidad de lectura, hasta pasar de las 250 palabras a las 1000 palabras por minuto.

 

No, no va de resistirse a los beneficios que puedan reportar estas técnicas o herramientas en un pueril acto de autoafirmación. Va de resistirse a que nos pongan uniformes, a que nos estandaricen (ni escribiendo, ni consumiendo), a que nos encorseten, a que nos estereotipen.

Cuando Monterroso escribió El dinosaurio no dio un ejemplo de concisión, de síntesis, de economía, de claridad. No, otra vez, no. Lo que impartió, sin ánimo pedagógico alguno, fue una lección de imaginación, de experimentación, de sugerencia, de libertad. ¿Qué habría sido de los estilos de un Borges, un Proust o un Joyce de haber escrito bajo los designios del protocolo SEO? ¿una sucesión de semáforos rojos junto a sus posts? De haberse dado la ucronía, lo más seguro es hubieran elegido gustosamente ser atropellados.

Y aunque el SEO no está pensado para textos literarios, puede que la suerte de este futuro que se prevé tan reglamentado, sea que nos proporcionará innumerables ocasiones para poder saltarnos las normas, de romperles los esquemas a los algoritmos y descubrir cosas nuevas. Eso sí, para infringir a conciencia las normas antes siempre ha sido necesario conocerlas.

Nota: Por cierto, una última intimidad. A este post el semáforo SEO resultante le sale en ámbar. Ahora tendremos que decidir si nos arriesgarnos a dejarlo así, y que nos atropellen, o hacer algo para que se ponga verde.

 

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Lectora asidua de la aplicación de lectura rápida

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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Tres herramientas para medir el impacto de la biblioteca

cómo valoran los usuarios de la biblioteca los servicios que se prestan, cómo evolucionan sus necesidades y cómo podemos adaptarnos para satisfacerlas. Tampoco nos aportan gran munición a la hora de defender la financiación de la biblioteca, la necesidad de nuevo personal o la de abrir nuevos espacios. Ya os hablamos hace poco de la realización de encuestas a los usuarios para mejorar los servicios bibliotecarios. Hoy os hablaremos de tres herramientas para medir el impacto de la biblioteca, específicamente desarrolladas para ellas. EvaluarImpacto_cintaComo otras veces, empezamos por echar un vistazo a lo que se cuece por ahí fuera, y nos detenemos en dos herramientas que están funcionando bien en EE.UU. La Asociación de Bibliotecas Públicas (PLA) de ese país lanzó hace seis meses “Project Outcome”, una iniciativa con la que pretende estandarizar un poco más la evaluación del impacto de los programas bibliotecarios y aportar herramientas útiles y sencillas a las bibliotecas para llevarla a cabo. Para ello, han identificado siete áreas esenciales en las que trabajan las bibliotecas y han elaborado unas breves encuestas de tan solo seis preguntas dirigidas a los usuarios de las actividades asociadas a cada área, y que ayudarán a medir en qué medida ha conseguido la biblioteca sus objetivos. Las áreas son las siguientes:

  • Participación ciudadana.
  • Inclusión digital.
  • Alfabetización infantil temprana.
  • Desarrollo económico (emprendimiento).
  • Educación y aprendizaje permanente.
  • Búsqueda de empleo.
  • Promoción de la lectura.
En cuanto a las seis preguntas para cada una de estas áreas, siguen un esquema similar. Evalúan la adquisición de conocimientos por parte de los usuarios; si se ha conseguido aumentar su motivación/seguridad en sí mismos para actuar en esa área; si van a aplicar los conocimientos adquiridos; si conocen mejor los recursos de la biblioteca al respecto; lo que más les ha gustado y lo que se puede mejorar. Algunas de las preguntas son abiertas y en otras los usuarios pueden mostrar su posición en una escala de cinco niveles, desde el “muy en desacuerdo” hasta el muy de acuerdo”. Aquí os dejamos como ejemplo las relativas al área de «Alfabetización infantil temprana»:
  • Aprendiste cosas nuevas que puedes compartir con tus hijos/as
  • Te sientes más seguro/a a la hora de ayudar a tu hijo/a a aprender
  • Pasarás más tiempo con tus hijos/as leyendo, cantando, hablando, escribiendo, jugando.
  • Conoces mejor los recursos y servicios proporcionados por la biblioteca en esta área.
  • ¿Qué es lo que más te ha gustado del programa?
  • ¿Qué puede hacer la biblioteca para que tu hijo/a disfrute más de la lectura?
HerramientasEvaluacion_Projec tOutcomeEl proyecto de la PLA ya ha sido probado en fase beta en algunas bibliotecas con buenos resultados, sobre todo porque es muy sencillo de aplicar, y ahora están expandiendo el programa con financiación de la Bill & Melinda Gates Foundation. En los próximos tres años desarrollarán nuevas herramientas de formación y comunicación para los bibliotecarios, para que las bibliotecas puedan llevar a la práctica las conclusiones que resulten de las evaluaciones. Con este webinar podréis conocer más sobre esta herramienta.

Evaluar los servicios tecnológicos

Otra herramienta que nos ha parecido interesante, en este caso por su especialización, es la “Impact Survey”, una encuesta desarrollada por la Universidad de Washington que evalúa el uso de los servicios tecnológicos que ofrece la biblioteca (los ordenadores, las redes wifi, recursos online, la formación en uso de las TIC…) en relación con diferentes áreas como participación ciudadana, comercio electrónico, educación, empleo, trámites administrativos, salud y bienestar y servicios sociales. Se trata de encuestas que se realizan telemáticamente y que van acompañadas de una serie de utilidades para gestionar los datos obtenidos de ellas. Es necesario pagar una pequeña cuota de subscripción anual que varía de 50 a 500 dólares según los ingresos de la biblioteca, y en principio solo está disponible para las de EE.UU aunque dicen que estarán encantados de atenderos si sois una biblioteca o una red de otro país. Para haceros una idea de las preguntas que incluye el cuestionario aquí tenéis un resumen en español.

Calcular el valor económico

La última herramienta de la que os queremos hablar no está orientada a evaluar servicios para mejorarlos, sino más bien para visibilizarlos y sensibilizar a quien se ponga por delante (usuarios, responsables políticos, etc) del valor que tienen los servicios que ofrece la biblioteca. Es “el calculador”, una herramienta que ofrece la Red de Bibliotecas del CSIC en su web que permite contabilizar el retorno de la inversión (el famoso ROI) especialmente en las bibliotecas universitarias de forma más que sencilla. Simplemente tienes que rellenar en la herramienta las casillas sobre el número de libros o revistas consultados en sala, préstamos interbibliotecarios, salas de estudio utilizadas y usuarios de formación diversas, entre otros, y automáticamente tendrás la traducción en euros del coste de esos servicios.HerramientasEvaluacionImpacto_CSIC La verdad es que todo el sistema de calidad y evaluación de las bibliotecas del CSIC puede ser una buena referencia si queréis mejorar los vuestros. En la página web en la que cuentan cómo es, puedes encontrar, entre otras cosas, su catálogo de indicadores y encuestas de satisfacción para usuarios y personal. Esperamos, como siempre, que estas herramientas os puedan resultar útiles, y si conocéis otras que queráis compartir con nosotros, son más que bienvenidas. ¡Feliz semana!]]>

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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Bibliotecas ecológicas para combatir el cambio climático

Desde las bibliotecas podemos hacer mucho para contribuir a la lucha contra el cambio climático, con edificios más sostenibles, un mejor uso de los recursos y, también, sensibilizando. Las bibliotecas ecológicas ya están aquí, y han llegado para quedarse. BibliosEcologicas_kaohsiung-public-library (Imagen: plano de la Biblioteca Pública de Kaohsiung, de Taiwan)

Edificios sostenibles

Para empezar la casa por el tejado (y el resto de elementos de la construcción), veamos cómo debe ser el edificio de nuestra biblioteca verde, los elementos esenciales para que una construcción sea considerada ecológica. Para ello, tenemos que tener en cuenta:
  • La elección del lugar en el que se emplaza la biblioteca, para reducir, por ejemplo, la necesidad del uso de medios de transporte para acceder a ella.
  • Una arquitectura bioclimática: con diseños ecoeficientes respecto al consumo de energía, ahorro de agua, uso de materiales locales, reducción de la producción de residuos.
En esta guía de la confederación de Consumidores y Usuarios tenéis información sobre éstas y otras cuestiones como aislamientos de edificios, uso de energías renovables, aire acondicionado e iluminación, que pueden resultar muy útiles si se está decidiendo construir una nueva biblioteca o remodelar o adaptar una ya existente para convertirla en una biblioteca ecológica de verdad.

Planifica tu sostenibilidad

Pero para tomarse realmente en serio la tarea, como en cualquier otro aspecto de la gestión de la biblioteca, es esencial empezar por la planificación. Hemos encontrado al respecto un recurso impagable de la Universidad de Illinois (EE.UU) que identifica las diferentes fases y pasos que debes seguir en esa planificación, y que pasamos a resumiros aquí:
  • Forma un equipo verde: identifica personal de la biblioteca que esté al tanto de las cuestiones operativas, que esté comprometido con la promoción de prácticas responsables desde el punto de vista medioambiental. Intenta incluir personas con diferentes niveles de responsabilidad, y nombrad a un/a coordinador/a. El equipo debe tener autoridad para fijar objetivos y llevar a cabo las acciones necesarias para conseguirlos.
  • BibliotecaEcologica_huellaEvalúa tu huella ecológica: ¿en qué estás utilizando energía y agua, cuánta y cuánto cuesta? ¿Cuántos residuos generáis, y qué parte estáis reciclando? ¿Compráis productos ecológicos? ¿Qué productos compráis que tengan componentes dañinos para el medio ambiente? Identificad también qué hacéis bien y debatid sobre las barreras que habéis encontrado en estas prácticas positivas y cómo las habéis superado.
  • Establece objetivos e indicadores: objetivos tanto a corto como a largo plazo, realistas, específicos y cuantificables, del tipo “vamos a reducir el uso de la energía un 30%”. Preguntaos cómo podéis hacer las cosas de forma más eficiente, evalúa las actividades de la biblioteca teniendo en cuenta su impacto medioambiental.
  • Desarrolla ideas para la acción: compara lo que ya estáis haciendo con vuestros objetivos a largo plazo, crea una lista de proyectos potenciales, incluyendo acciones pequeñas y de gran envergadura. Piensa en qué haríais si fuerais a remodelar la biblioteca, qué haríais si tuvierais que poner en marcha algo mañana mismo. Haced lluvia de ideas, investigad lo que están haciendo otras bibliotecas y buenas prácticas recomendadas por organizaciones y entidades públicas. Pedid sugerencias a los usuarios, al resto de compañeros, a los jefes…
  • Establece prioridades: para hacerlo podéis basaros en los beneficios medioambientales del proyecto, en si son significativos, si es factible, si puedes controlarlo, si es algo que preocupe verdaderamente al personal o a los usuarios, si son acciones con un impacto educativo o con alta visibilidad. Las acciones que más “síes” hayan conseguido a todas estas cuestiones son las que merecen ser prioritarias.
  • Pasa a la acción: trocea cada proyecto en tareas asequibles y objetivos cuantificables cuando sea posible, asigna el personal o los voluntarios/as responsables de cada tarea, identifica los recursos necesarios para llevarla a cabo, define cómo harás seguimiento de su ejecución y usa indicadores que te permitan medirlo. Asigna una fecha tope para completar cada tarea.
  • Evaluación y documentación: define qué necesita ser evaluado, cómo se hará, con qué frecuencia, y quién se ocupara de ello.
  • Involucra a todo el personal y a los usuarios: sensibiliza y forma al personal, realizad recordatorios sobre las medidas adoptadas (recicla, apaga las luces…), haced que sea divertido (premios para las buenas ideas…), integrad las sostenibilidad en la planificación de la biblioteca, que ser algo rutinario y no un mero añadido, informad de los avances que van consiguiéndose.

Ejemplos y recursos

Un buen ejemplo de trabajo bien planificado y comunicado es el de la Biblioteca de la Universidad de Burgos. En esta web podéis encontrar toda la información que han publicado sobre la política ambiental de la Universidad y el sistema de gestión ambiental de la biblioteca, blog, folleto informativo, etc. Hay otros ejemplos de bibliotecas ecológicas, algunos de ellas de reciente construcción como algunas de las que os hablábamos en este post, o cómo las que podemos ver en la web Ecoosfera.BibliosEcologicas_Taipei-Public-Library-Beitou-Taiwan En cuanto a los recursos la cantidad de los que hay disponibles es abrumadora. Por lo que toca a las bibliotecas ecológicas, podéis seguir los trabajos del Grupo de la IFLA sobre Bibliotecas y Sostenibilidad Ambiental, y podéis visitar también la página de la American Library Association sobre la materia, o esta otra de Designing Libraries. Ambas incluyen muchos y muy buenos enlaces a webs, blogs e información de referencia. Que conste que no creemos en las frases tipo “luchar contra el cambio climático (el cáncer, la pobreza…) está en tu mano”. Nos parecen falacias que en demasiadas ocasiones se utilizan para disuadirnos de pedir cuentas a los principales responsables de esta situación, y para consolar nuestra conciencias ante problemas que, sobre todo, necesitan de decisiones políticas claras, éticas y comprometidas. En lo que sí creemos es en que somos responsables de lo que cada uno hacemos en nuestra casa, en el trabajo, en nuestro barrio o en nuestro pueblo. Las bibliotecas también tienen esa responsabilidad, y además ocupan un lugar privilegiado para educar y sensibilizar a los demás. Dejaremos para otro post cómo hacerlo. ¡Feliz semana!]]>

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Uso seguro de internet, también desde la biblioteca

aumento del ciberacoso sufrido por niños y niñas en las redes sociales, o la excesiva dependencia que muchos pequeños muestran por las pantallas. El uso seguro de internet se está convirtiendo en una cuestión importante porque para los nativos digitales la gran red es un espacio imprescindible para comunicarse con otras personas, informarse o expresarte. De hecho, según los datos del Estudio General de Medios correspondientes a 2012 (los que se encuentran disponibles en la red), algo más de un 30% de los niños de 4 años accede a internet, y ese porcentaje va subiendo progresivamente según van cumpliendo años hasta llegar al 94% de usuarios en el caso de los niños de y niñas de 13 años. InternetusoSeguro_ciberacosoPor eso, desde las bibliotecas no se puede perder de vista el asunto de la seguridad en el uso de internet y las redes sociales por parte de niños y jóvenes. La IFLA acaba de publicar unas directrices que pueden ayudar a los bibliotecarios a abordar estos asuntos, en las que incluyen mensajes dirigidos a los padres, a los profesionales y a los propios niños. Vamos a ver sus principales aportaciones.

El papel de las bibliotecas

Aunque la mayor parte de los menores acceden a internet desde sus hogares o desde sus dispositivos móviles, muchos utilizan los equipamientos gratuitos de la biblioteca -y su wifi- para acceder a contenidos y redes sociales. Además de facilitar esa conexión gratuita, la biblioteca es un buen espacio para:
  • Enseñar a los niños sobre seguridad, intimidad y comportamiento online.
  • Proporcionar información y materiales que guíen a los padres, asesorar sobre las últimas tendencias en las redes sociales, y orientarles sobre cómo hablar con los hijos sobre el uso seguro de ellas.
  • Ayudar a niños y padres a abordar situaciones problemáticas.
  • Proporcionar información clara sobre la legislación en la materia.
PremioCILIT_nenesEstas acciones pueden tener forma de talleres puntuales y servicios permanentes. Hace poco hablábamos en este blog de un ejemplo de programa de educación digital dirigido a preescolares que ha sido galardonado en el Reino Unido con el premio “Libraries change lives”, y en el que se ha trabajado con niños y padres y madres que confesaban desconocer qué hacer para que el uso de internet por parte de sus hijos fuera seguro. Ese es un buen ejemplo, pero también es importante que en la misma biblioteca esté disponible para los usuarios información fácil de entender y en diferentes formatos (texto, imágenes, información verbal) sobre el uso seguro de internet. En muchos casos será necesario reforzar primero el conocimiento y la formación de los propios profesionales de la biblioteca sobre las redes sociales, uso apropiado de las mismas, etiqueta, seguridad y privacidad. Teniendo en cuenta que es un entorno enormemente cambiante, esa formación debe estar siempre al día. Una herramienta muy interesante para manteneros informados sobre lo último en uso seguro de internet para niños y niñas es la web de Insafe, una plataforma europea de información y recursos sobre la materia. Ya sabemos que, a menudo, esto se olvida, pero los profesionales de las bibliotecas no pueden en estos tiempos ignorar que internet y las redes sociales ocupan un lugar cada vez más destacado en la forma en que las personas acceden a la información y se comunican. Y los bibliotecarios deben conocer bien esos instrumentos para poder orientar a los usuarios en el uso adecuado si quieren seguir conectando con ellos.

Mensajes para niños y padres

Internet_usoseguro_ciberacoso-noEs importante partir de la idea de que internet es un lugar estupendo para aprender, descubrir, participar y comunicarse, pero que, como en cualquier otra cosa, existen riesgos. La IFLA y otras entidades como las asociaciones de padres y madres de alumnos recomiendan algunos mensajes clave dirigidos especialmente a niños y jóvenes:
  • Todo lo que haces en internet deja huella, y esa información puede ser accesible por personas que tú no controlas incluso dentro de cinco o diez años. Piénsalo bien antes de hacer comentarios o colgar fotografías.
  • Etiqueta: hay que tratar a los demás como te gustaría que te trataran a tí. Si eres víctima de ciberacoso, cuéntaselo a un adulto en el que confíes, alguien que te pueda ayudar. No sufras en silencio y conserva las pruebas si has recibido textos o imágenes desagradables.
  • Los amigos que sólo conoces en internet siguen siendo extraños. Es importante hacer entender a los niños que no deben quedar con ellos sin hablar primero con sus padres o un adulto que conozcas. Para los padres, es importante saber quienes son los amigos que tienen sus hijos en la red, igual que hacen con los que tienen fuera de ella.
  • Si hay algo que te hace sentir incómodo o que te molesta, díselo a tus padres, profesores, bibliotecarios u otros adultos en los que confíes. Te ayudarán.
Hay muchos materiales en la web que te pueden ayudar a ampliar esta información. Muy recomendable es esta página de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos de Aragón, que incluso establece normas de uso por edades http://bit.ly/1SPZ4rp Esperemos que esta información os ayude a mejorar el servicio a vuestros usuarios más jóvenes. ¡Feliz semana!]]>

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Visibilizar la experiencia de las bibliotecas en la educación de adultos

bibliotecas públicas europeas reciben 100 millones de visitantes cada año, y de ellos una cuarta parte, 24 millones, participa en actividades de aprendizaje no formal. Son cifras contundentes que nos hablan del cambio del rol de las bibliotecas en los barrios y pueblos, del paso de ser ese lugar donde se estudia y se prestan libros a jugar un papel esencial en el bienestar socioeconómico de la ciudadanía. La experiencia que empiezan a acumular las bibliotecas en la educación de adultos es un elemento sustancial de este nuevo papel, y desde el programa Public Libraries 2020 (PL2020), impulsado por la Reading & Writing Foundation, están visibilizándolo a nivel europeo. Ahora piden la colaboración de todas las bibliotecas para que sea más valorado. pl2020_LibraryChangeLivesPL2020 participa activamente en la Plataforma Electrónica de Educación de Adultos en Europa (EPALE), una herramienta muy valiosa para compartir lo que las bibliotecas están haciendo en la materia, y sensibilizar sobre la importancia de las acciones que llevan a cabo. Desde el programa invitan a todas las bibliotecas a contar su experiencia, bien publicando directamente en el blog de EPALE o enviando a PL2020 la información al correo electrónnico publiclibraries@readingandwriting.eu para que ellos la publiquen. Por cierto, os recomendamos que aprovechéis para daros un paseo por EPALE porque desde esa plataforma podréis acceder a recursos sobre aprendizaje, conocer y contactar con otras instituciones que estén trabajando en la educación de adultos y estar al día de noticias, convocatorias y actividades.PL202_EPALE

Un espacio único

Desde PL2020 defienden que visibilizar el papel que las bibliotecas juegan o pueden jugar en el aprendizaje a lo largo de toda la vida es especialmente importante en un momento en el que las sociedades europeas buscan fórmulas para integrar a grupos de población que están quedándose excluidos, sobre todo en lo que se refiere al mercado laboral. Europa lleva mucho tiempo debatiendo qué hacer, por ejemplo, con los trabajadores especializados que quedan en la calle cuando se cierran fábricas por la deslocalización de la producción a Asia. O qué hacer con todos esos sectores de la población excluidos porque no tienen los recursos necesarios para salvar la brecha digital. Seguro que a todos os suenan “palabros” como “flexiseguridad” con los que llevan tiempo justificando reformas laborales sin conseguir resultado positivo alguno. Se impone un cambio de enfoque, porque esto no es ni China ni EE.UU: esto es Europa. Las bibliotecas, dicen en PL2020, “son un espacio único para las personas en situación de desventaja socieconómica, (porque) les ofrecen actividades como programas de aprendizaje a lo largo de toda la vida y formación en el desarrollo de aptitudes digitales para jóvenes que abandonan la escuela antes de tiempo, personas adultas y desempleadas”. Y lo que quieren es demostrar a los responsables de la toma de decisiones políticas el excelente trabajo que hacen las bibliotecas en estas materias para fortalecer las políticas europeas de forma que las bibliotecas puedan alcanzar todo el potencial que tienen para contribuir a la inclusión social y digital, y al aprendizaje permanente.0909 También trabajan desde PL2020 con el sector bibliotecario para reforzar su capacidad de defender y visibilizar por sí mismo esas contribuciones, y para que pueda participar en iniciativas de este tipo a nivel europeo. Por eso nuestra segunda recomendación de hoy es que no perdáis de vista su web, para estar pendiente de sus iniciativas y convocatorias. Por ahora, si queréis, podéis participar contando lo que hacéis desde la biblioteca en materia de educación de adultos. ¡Seguro que es muy bueno!]]>

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Bibliotecas: territorio adolescente para la creación

Encuesta de Hábitos y Prácticas Culturales en España. No vamos a hacer un resumen de ella (aunque para más adelante esperamos tener alguna colaboración que nos aporte una visión de la evolución histórica de estas encuestas), sino que vamos a aprovechar un dato particular -el hecho de que el público de las bibliotecas sea mayoritariamente joven- para hablar de servicios bibliotecarios para adolescentes. Y es que hace poco nos topamos con esta infografía que creemos que resumía muy bien las tendencias en servicios que pueden hacer de las bibliotecas centros de creación atractivos para los más jóvenes. Adolescentes_biblios_InfografiaResumiendo, lo que proponen en ella es hacer sitio en las bibliotecas para que los jóvenes puedan “explorar, crear y compartir”, y ofrecen algunas ideas de actividades básicas pero interesantes, sobre las que nosotros intentaremos aportar más cosas:

  • Programas informáticos: cursos de software, desde los paquetes de ofimática clásicos hasta algunos más avanzados como Creative Cloud, el conjunto de herramientas de Adobe (Photohop, Illustrator y muchos más) para cualquier actividad creativa que permite trabajar de forma colaborativa desde diferentes ordenadores y almacenar los trabajos en la nube.
  • Apps: explorad con los adolescentes aplicaciones y páginas web para la creación de memes, Gifs, o para la edición de vídeos; trabajad con ellos en el buen uso de las redes sociales para sacarles todo el partido con seguridad; introducidles en plataformas de lectura social como Entrelectores.
  • Programación: podéis organizar cursos básicos, clubes de programación… En países como Australia esta materia va a estar incluida en la educación primaria, y más cerca de nosotros, la Universitat Jaume I de Castellón ofrece cursos gratuitos online sobre programación de robots para niños y jóvenes a partir de los 8 años. Como diría Bart Simpson, ¡mooola!
  • Arte y artesanía: no todo tiene por qué ser supertecnología en estos espacios de creación. Los talleres de arte y artesanía son un clásico, pero funcionan porque siguen siendo atractivos para muchos jóvenes. Además, siempre hay espacio para la innovación: talleres de origami, manualidades con goma eva, talleres de manga…
  • Adolescentes_MinecraftMinecraft: este juego de construcción con bloques es todo un fenómeno mundial y para muchos una auténtica religión. Hasta las librerías empiezan a poblarse con infinidad de manuales. Existe en la web una Minecraft wiki en la que se comparten tutoriales y noticias, hay foros de debate y hasta un museo en el que se muestran exposiciones con los mejores trabajos. Seguro que conocéis ya la versión para el aula de de Minecraft, MinecraftEdu. También puede ser un buen material para trabajar en la biblioteca.
  • Más videojuegos: no parece que sea necesario ampliar más sobre su atractivo para los adolescentes. Os remitimos a esta entrada sobre tendencias de futuro de lo más educativas.
  • Juegos de mesa: pueden organizarse sesiones de juego, veladas vintage con grandes clásicos, jornadas temáticas (misterio, rol…). Muchas veces se olvida la poderosa herramienta de aprendizaje que es el juego, pero a poco que investigues puedes encontrar un mundo infinito de posibilidades. Aquí os dejamos, por ejemplo, este artículo sobre juegos que estimulan el pensamiento crítico entre los más jóvenes.
  • Espacios de orientación laboral: podéis, entre otras cosas, organizar los típicos talleres de búsqueda de empleo y de creación de curriculos creativos, o invitar a personas que ejerzan las profesiones con más demanda para que puedan dar charlas sobre las aptitudes, la formación necesaria y las formas de acceso a cada profesión.

Lo que cuesta y lo que vale

Ahora diréis “todo esto cuesta dinero”, pero no necesariamente tiene que ser así. Para llevar a cabo muchas de estas actividades podéis buscar acuerdos de patrocinio con empresas locales que pueden estar interesadas en ofrecer talleres gratuitos a cambio de darse a conocer. También podéis trabajar conjuntamente con asociaciones, escuelas e institutos, personas voluntarias de la comunidad que quieran compartir sus conocimientos. En cuanto a tecnología, para gran parte de las actividades mencionadas solo es preciso contar con ordenador y conexión a internet, porque muchos de las aplicaciones y programas cuentan con versiones gratuitas con las que se puede empezar a trabajar. Adolescentes_returnedcoinsLa clave aquí es pensar en cómo con este tipo de actividades estamos contribuyendo a que los jóvenes aprecien el conocimiento, desarrollen capacidades y mejoren sus oportunidades en un entorno laboral cuando menos hostil. Y pensar también en cómo eso beneficia económica y socialmente a nuestra comunidad, claro. La Encuesta de Hábitos Culturales nos cuenta que el uso mayoritario que hacen adolescentes y jóvenes de la biblioteca es estudiar y para consultar libros en ella. La asistencia a actividades es, como decía el chiste, una o ninguna (0,9% entre los chicos y chicas de 15 a 19 años, y 0,0% -sí, 0,0%, no es una errata- entre los 20 y 24 años). ¿Hay mucho desconocimiento aún de todo lo que puede ofrecer una biblioteca o es que aún hay poca oferta? Mi opinión personal: en la mayoría de las comunidades, tanto desde las familias como desde las escuelas y las instituciones, somos poco creativos a la hora de explorar las posibilidades de formación y acceso a la cultura. Y poco festivos, algo que supone a auténtica barrera a la hora de trabajar con los más jóvenes. No es de extrañar que muchas veces se perciba cierta desidia y fatalismo cuando se les pregunta sobre la calidad de la formación que reciben y sus oportunidades de futuro. Este tipo de acciones no solo nos pueden ayudar a mejorar en esos aspectos para los que ya visitan las bibliotecas. También nos pueden servir para atraer al 35 % de adolescentes de 15 a 19 años y al preocupante 47% de jóvenes de 20 a 24 que, según la encuesta, ni visitan las bibliotecas ni acceden a ellas via internet. Esperamos que así sea.]]>

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Encuestas en la biblioteca: claves y recursos

una herramienta muy útil para mejorar los servicios y la participación de los usuarios, e internet nos ofrece ahora muchos recursos gratuitos que facilitan la labor. Pero ¡cuidado!: la gente no se levanta de la cama por la mañana suspirando por hacer una encuesta. Encuesta Diseñar bien el cuestionario es una ciencia en sí misma, así que, si te convences de que hacer una encuesta puede ayudarte con eso que te traes entre manos, tienes dos opciones: o te levantas ahora mismo y gritas “¿Hay algún sociólogo en la sala?” o sigues leyendo esta entrada. Vamos a contaros nueve claves para diseñar un buen cuestionario y vamos a presentaros tres herramientas gratuitas en internet para hacerlo desde vuestra página web.

Estructura, claridad, respeto

Con la ayuda de Juan Pecourt, profesor de Sociología de la Universitat de València, y este estupendo artículo del blog de la Library and Information Technology Association (LITA) hemos elaborado esta lista de ideas básicas para crear un cuestionario que te ayude a cumplir tus objetivos:
  1. No hagas simplemente las preguntas que se te vayan ocurriendo: piensa bien qué es exactamente lo que quieres averiguar y a partir de eso genera un cuestionario estructurado, definiendo claramente los diferentes aspectos de los conceptos o hipótesis sobre las que trabajas, y asignando preguntas a cada uno de esos aspectos.
  2. Diferencia las áreas temáticas, para que las personas a las que encuestes vean que la consulta tiene sentido.
  3. Explícales a los participantes para qué servirá la encuesta, cuál es el beneficio común que se derivará de ella: que vean que no pierden el tiempo y que están participando en un proyecto que merece la pena.
  4. Haz preguntas muy claras y transparentes: las tiene que poder entender cualquier persona independientemente de su nivel educativo y cultural. Comprueba que las preguntas funcionan con dos o más personas antes de lanzar el cuestionario.Encuesta_DeNiro21
  5. Dale variedad y agilidad a las preguntas para que los consultados no se aburran: que no empiecen todas las preguntas por “te gusta…” porque probablemente lo que dejará de gustarles es tu encuesta.
  6. No hagas preguntas con respuestas abiertas (en las que el encuestado puede responder cualquier cosa que se le antoje) o, en todo caso redúcelas al mínimo imprescindible. Para poder tener respuestas de una muestra representativa que sean fiables necesitas utilizar respuestas cerradas. Hay diferentes modalidades, desde las respuestas predefinidas, hasta, por ejemplo, “puntúa del 1 al 5 siendo 1 ‘puajjj’ y 5 ‘hummmm’”.
  7. Procura que la encuesta no sea larga: no hagas preguntas que no te vayan a servir para nada, y no preguntes cosas que puedas saber por otros medios.
  8. Empieza el cuestionario con preguntas sencillas, haz las que sean importantes pronto y deja las más complicadas más bien para el final para que la gente no abandone la encuesta antes de tiempo. Las preguntas demográficas (sexo, edad…) déjalas para el final.
  9. Ten cuidado con cómo elaboras las preguntas para evitar herir la sensibilidad de las personas. Preguntar “en qué trabajas” cuando hay mucha gente que está en paro puede molestar. Cuidado con los típicos temas tabú (sexo, dinero, religión, política).
En todo caso, para aprender más sobre cómo elaborar una encuesta, en octubre en la plataforma de MOOCs Coursera tienes un estupendo curso gratuito online sobre “Diseño de Cuestionarios para Encuestas Sociales”. Más fácil no lo puedes tener.

Aplicaciones en la red

En internet tienes un buen número de herramientas -en versiones gratuitas y de pago- para hacer encuestas online. Éstas son algunas de las más utilizadas:
  • Encuestas_surveymonkeySurveyMonkey:  Es una estupenda herramienta para iniciarte con encuestas pequeñas. El plan gratuito te permite 10 preguntas y hasta 100 respuestas. Es fácil de usar y te permite recopilar los datos a través de Facebook, correo electrónico, mediante un enlace o por medio de incrustación en una web o blog.
  • Google: es una de las aplicaciones más básicas, muy útil para cuestionarios sencillos. Te permite crear formularios desde Google Drive, clicando en “Nuevo» → «Más» → «Formulario”. Te permite elaborar preguntas con diferentes tipos de respuesta (abierta, elección múltiple, tipo test, elección desde un desplegable…). También puedes insertar imágenes y vídeos de Youtube. Con los resultados genera una URL que puedes compartir con quien quieras, o puedes acceder a ellos desde tu cuenta en Google Drive en formato hoja de cálculo.
  • EncuestaFácil: es una de las webs más utilizadas en España y Latinoamérica. Con la cuenta gratis puedes hacer un número ilimitado de encuestas, pero el número de respuestas que podrás visualizar está limitado a 100. Puedes aumentar el número de respuestas visualizadas a partir de 30 euros. La web ofrece, además, ejemplos de plantillas que pueden ayudarte en la elaboración del cuestionario.
En este enlace tienes información sobre más herramientas gratuitas para realizar encuestas online. Y si quieres algún ejemplo de cómo han trabajado la cuestión en bibliotecas, muchas universitarias cuelgan los resultados de sus encuestas de satisfacción en internet. Aquí tenéis, por enlazar a alguna, las de la Biblioteca de la Universidad de La Rioja, y las de la Complutense de Madrid. Esperamos que esta entrada os haya generado algunas preguntas y, sobre todo, que os haya dado muchas respuestas 😉 ¡Feliz semana!]]>

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