Lecciones sobre los modelos de préstamo electrónico en las bibliotecas europeas y norteamericanas

nuevo informe sobre los modelos de préstamo de libros electrónicos en bibliotecas públicas, en el que han estudiado las experiencias de 15 países o territorios europeos (incluidos España, Francia, Alemania, Dinamarca, Reino Unido y Finlandia) y otras tres llevadas a cabo en Estados Unidos y Canadá. NubetagsElendingEn cada país o región analizada se han fijado en los contextos político, comercial y cultural; el alcance y la audiencia del modelo de negocio escogido; las características de la colección, las técnicas y las financieras; los elementos de fricción principales que presenta cada modelo; y la experiencia de los usuarios. El resultado es una radiografía del estado de la cuestión que sirve para identificar experiencias exitosas y tendencias de futuro. Os presentados primero algunos datos interesantes que nos permiten hacer comparativa entre los diferentes modelos, y resumimos a continuación los principales conclusiones del estudio.

Los préstamos en cifras

  • Alemania es el país que mejores números presenta en el préstamo de libros electrónicos desde las bibliotecas. Tienen más de 160.000 títulos disponibles y en 2013 registraron 8 millones de préstamos. El modelo, eso sí, lleva en marcha desde 2007 y se han unido a él más de 1.900 bibliotecas.
  • En cuanto al número de títulos disponibles destaca también Dinamarca, con 160.000 publicados antes de 2001 + 400 títulos que han visto la luz en los dos últimos años. En Massachusetts (EE.UU.) también hay 160.000 títulos disponibles, de los que 5.000 tienen menos de un año. España es de los países estudiados que menos títulos incluye en su modelo, 1.400, aproximadamente los mismos que Finlandia, aunque la población de este país es ocho veces menor que la española.
  • Lejos de las cifras astronómicas de Alemania pero también con un alto número de préstamos están Suecia (240.000 en 2013) y Holanda (100.000 usuarios registrados y 400.000 descargas en los primeros 10 meses de 2014).
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  • El coste medio por préstamo varía mucho de un país o región a otro: en Flandes el préstamo les sale a 0,37 euros (0,50 si el título tiene entre uno y dos años), en Holanda a 0,70, y en Dinamarca sube hasta 1,72 euros. El coste por licencia también es muy variable, como lo son las condiciones particulares de cada modelo.
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Aspectos políticos

  • El entorno político en el que los modelos de préstamo libros electrónicos operan tiene un impacto significativo en el alcance de esos modelos y su éxito.
  • En la mayoría de los modelos europeos estudiados, la creación de programas nacionales y de programas piloto regionales han tenido el apoyo de políticas, estrategias y financiación específicas para el préstamo de libros electrónicos.
  • La sostenibilidad de los modelos es más probable a largo plazo si existen presupuestos nacionales o dedicados por consorcios públicos a la adquisición de licencias de libros electrónicos, y si también existen mecanismos para negociar los términos de las licencias a nivel nacional o al nivel de los consorcios. De esta forma se garantizan también acuerdos en cuanto a las licencias más favorables para las editoriales.

Modelos de licencia

  • El informe asegura que los modelos de pago por préstamo ofrecen una “experiencia positiva a los usuarios sin las restricciones sobre los usuarios simultáneos que tienen los modelos de licencia para usuario único”. Sin embargo, con aquel modelo se necesita prestar especial atención “a una gestión presupuestaria eficiente y al desarrollo de un sistema de licencias predecible”.
  • En principio, los modelos de pago por préstamo reducen el riesgo de que las bibliotecas inviertan en títulos que tienen poca demanda de los usuarios, pero cuando este modelo se combina con pagos a cuenta por adelantado este aspecto beneficioso se ve reducido significativamente.
  • Respecto a los modelos de licencia para un usuario único en cada momento (como el español), el informe asegura que incentiva a las editoriales “a ofrecer sus catálogos para el préstamo electrónico en situaciones en las que, de otra forma, serían reacias a hacerlo”.
  • Los sistemas de préstamo alojados en las propias bibliotecas tienden a ofrecer un mayor grado de control sobre la experiencia de los usuarios y permite a las bibliotecas garantizar el acceso a los ficheros digitales de ebooks en lugar de limitarse a dirigir a los usuarios hacia los contenidos alojados en servidores controlados por los distribuidores comerciales. Sin embargo, el coste y la logística asociados al desarrollo y mantenimiento de las plataformas propias puede ser alto, y en la mayoría de los casos las bibliotecas solo pueden permitírselo con un apoyo financiero significativo de los gobiernos central o local. La mayoría de los modelos europeos estudiados ofrecen acceso a los contenidos alojados en servidores de terceros.

Aspectos comerciales

  • En cerca del 70% de los modelos estudiados las negociaciones sobre las licencias con las editoriales son definidas como “cooperativas o semicooperativas”.
  • Los modelos de préstamo que llevan operando varios años tienden a ofrecer más títulos y muestran mayores cifras de uso, aunque los modelos nuevos están creciendo muy rápidamente.
  • Está proliferando la integración de un botón de compra dentro de los modelos de préstamo electrónico en las bibliotecas. El 46% de los mismos ya lo incorpora o está estudiando hacerlo, entre ellos los de Flandes, Finlandia, Alemania e Inglaterra.
  • Al menos tres de los modelos estudiados tienen planeado compartir un porcentaje de las ventas generadas con el botón de compra con las bibliotecas participantes.
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Tendencias de futuro

  • La flexibilidad seguirá siendo el ingrediente clave para el éxito futuro de los modelos de préstamo electrónico. Algunos están intentando migrar hacia esquemas de licencias más estables para determinadas categorías de contenidos basándose en los patrones de uso registrados entre los usuarios, y otros están cambiando de las iniciales condiciones de licencias fijas hacia acuerdos ad hoc con diferentes editoriales para garantizarse los títulos que quieren.
  • El diálogo y la comunicación entre las bibliotecas y las editoriales es el camino más directo hacia el éxito. Atraer a las editoriales hasta la mesa de negociación para avanzar hacia condiciones de licencias mejores y para el acceso a una mayor variedad de títulos ha sido una estrategia que ha dado frutos en muchos de los modelos estudiados.
  • La recolección de datos y el mapeo de las realidades económicas y del comportamiento de los usuarios ayudará a definir los modelos futuros de licencias y precios, de forma que se construyan sobre hechos reales y no sobre las proyecciones de riesgo comercial, que suelen ser demasiado cautas.
El informe recomienda que se considere cada modelo de préstamo electrónico como un valioso laboratorio para experimentar. Y nosotros pensamos lo mismo. Todos tienen la capacidad de enseñarnos algo nuevo, por lo que la lectura detallada de los diferentes modelos y cómo se han ido implantando en cada país puede resultarnos muy útil ahora que en España estamos en periodo de prueba con eBiblio. Hay otros que llevan ya mucho camino andado y ver lo que han hecho nos puede servir para atajar e incorporar las experiencias que mejor están funcionando. ¡A ello!]]>

About Vicente Funes

Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Cuando el hogar es… la biblioteca

Día Internacional de las Personas sin Hogar para recordar la dramática situación en la que se encuentran millones de seres humanos en todo el mundo (unos 40.000 en España) a los que casi todos hacemos invisibles. El evento nos ha hecho recordar una noticia relacionada con una biblioteca que apareció hace unos meses, y que conectaba perfectamente esa triste realidad con los dislates en la gestión del dinero y los servicios públicos que hemos vivido en este país en las últimas décadas: un grupo de personas y familias sin hogar ocupaba el edificio de una biblioteca construida en Valencia, en el emblemático Jardín de Viveros, con el dinero del famoso “Plan Zapatero”, y que estaba abandonado desde 2009 por un litigio entre Administraciones. CaritasSinHogarComo esa relación entre biblioteca y personas son hogar no es ni la habitual ni la más deseable, hemos querido indagar un poco qué se está haciendo al respecto. Porque si hablamos de las bibliotecas como servicios públicos al servicio de la comunidad que facilitan el acceso de todas las personas al conocimiento y a la cultura, al decir todas tenemos que pensar en TODAS. La Asociación de Bibliotecas Americanas (ALA) lo expresa claramente en su Declaración “Servicios bibliotecarios para las personas pobres”: reconoce el papel de las bibliotecas para facilitar la plena participación en la sociedad democrática de las personas en situación de pobreza. También dice que la biblioteca debe funcionar como un espacio igualitario y que, por tanto, los bibliotecarios tienen la obligación de velar por las necesidades de sus usuarios pobres y sin hogar para proporcionarles servicios adecuados. SinhogarinaNo es una tarea fácil porque en muchas ocasiones el resto de usuarios y el personal de las bibliotecas no se encuentran cómodos cuando acceden a la biblioteca personas con signos evidentes de encontrarse sin hogar, y la convivencia no es sencilla cuando hay problemas de higiene, por ejemplo. Pero hay experiencias que nos pueden resultar útiles. Hemos encontrado un estupendo artículo en la American Libraries Magazine que nos puede servir de guía. Allá vamos:

Lo que se puede hacer desde la biblioteca

  • Conoce a la población sin hogar de tu barrio/pueblo: puedes consultar datos estadísticos, a las organizaciones sociales que trabajan para ayudar a estas personas, los servicios sociales… y, sobre todo, puedes hablar con las que acuden a tu biblioteca para conocer qué es lo que buscan (además de calor, cierta comodidad, tranquilidad) y qué servicios podríais proporcionarles. Identifica las diferentes tipologías de personas sin hogar: las hay que se encuentran en esa situación de forma coyuntural (por la crisis, porque han sido desahuciados, porque han perdido el trabajo…), por situaciones que ocurren cíclicamente (violencia en el hogar, depresión…), o que se encuentran en una situación crónica, por pobreza combinada con falta de relaciones o redes de apoyo. Conocerlos mejor ayudará a definir los servicios que necesiten. Es importante que el personal de la biblioteca reciba una buena formación para saber más sobre la cuestión y cómo abordarla sin prejuicios ni estigmatizaciones.
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  • Trabaja en red: intégrate en redes de asistencia ya existentes o busca alianzas con otras entidades y organismos públicos o privados que faciliten servicios a esta población. Te ayudarán a orientar a las personas sin hogar que acuden a tu biblioteca para que puedan acceder a esos servicios.
 
  • Ofrece recursos dentro de la biblioteca: también puedes intentar que esos servicios se presten en la propia biblioteca. En muchas ocasiones los sin techo encuentran difícil confiar en otros servicios que consideran que les han fallado, mientras que pueden llegar a ver la biblioteca casi como un hogar. En ciudades estadounidenses como Madison, Philadelphia y Salt Lake City tienen incluso trabajadores sociales que acuden diariamente a la biblioteca.
 
  • Crea espacios acogedores: no sólo físicamente sino también respecto a los contenidos que ofrece la biblioteca, incluyendo material sobre pobreza. Permite que al solicitar un carnet de usuario puedan usar la dirección del refugio al que acudan, si es que tienen.
 
  • Ofrece programas específicos: pueden incluir desde espacios de debate para compartir sus experiencias hasta formación sobre gestión económica doméstica, asistencia para la búsqueda de vivienda y para el acceso a ayudas públicas. La ALA tiene algunos materiales interesantes que pueden ayudaros, pero seguro que a través del diálogo con los propios usuarios y otras entidades que trabajan directamente con ellos podréis definir vosotros mismos lo que puede aportar la biblioteca.
En una situación como la que se está viviendo nuestro país, con decenas de miles de desahucios cada año, con una pobreza que se está enquistando a causa de esta larga y brutal crisis-estafa, desde las bibliotecas no podemos mirar para otro lado. ¿Estáis desde la vuestra impulsando ya acciones con personas sin hogar? Si tenéis experiencias o recursos que queráis compartir son, como siempre, más que bienvenidos. Os dejamos con este vídeo de Caritas de su campaña “Nadie sin hogar 2014”. en esta web tendréis el manifiesto de esa campaña y más información. ¡Feliz semana! ]]>

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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Cómics prohibidos… porque siempre debe ganar el bueno

uso de impresoras 3D, drones, redes sociales…, aspectos que, de vuelta a nuestra realidad, muchas veces nos resultan de lo más futuristas. Sin embargo, esta vez vamos a centrarnos en una iniciativa en la que la ciencia-ficción solo aparece dibujada en viñetas, en la que no se mira al futuro sino al pasado, a la recuperación de la memoria cultural desde las bibliotecas. zap-comix-0-robert-crumb-2Se trata de la “Semana de los libros prohibidos”, un evento anual impulsado por la American Library Association que facilita herramientas y recursos a las bibliotecas para visibilizar y acercar al público obras que en algún momento de la historia han sido prohibidas. El propósito es sensibilizar sobre la amenaza de la censura, hoy y siempre. Porque sigue existiendo, no lo dudemos. Este año, la semana ha estado dedicada al mundo del cómic. La historia es fascinante: viajamos al EE.UU de los años 30, 40 y 50 del siglo pasado, la edad de oro del cómic americano que vio nacer a grandes superhéroes como Flash Gordon, El hombre enmascarado, Superman y Batman. Durante la II Guerra Mundial el género había crecido en popularidad gracias a los paquetes cargados con cómics que los soldados que luchaban en el frente recibían de sus familiares. Eran historias heróicas en las que siempre ganaba el bueno, justo lo que necesitaban los muchachos. A pesar de que, de vuelta a casa, aquellos soldados curtidos en mil batallas trajeron consigo su gusto por las historietas, éstas seguían siendo percibidas en gran medida como lecturas para niños. Y con la entrada en la Guerra Fría y el creciente sentimiento de amenaza comunista la presencia de material adulto en estas historietas se percibía como altamente subversiva. La censura empezó a actuar. El desencadenante fue la publicación de un libro del psiquiatra Frederic Wertham titulado “La seducción de los inocentes” (Seduction of the Innocent), en el que establecía con pruebas ahora desacreditadas el vínculo entre los cómics y… ¡la delincuencia juvenil! Su testimonio llegó a una comisión de investigación del Senado de EE.UU, y la presión política hizo el resto. Los editores de cómics crearon la Comics Code Authority (CCA) dedicada a la autocensura: todo por evitar la mala prensa y mantener la industria.

De la autocensura al underground

SellocomicsUSAPara ello, crearon un sello de aprobación de los cómics destinados a venderse por los canales tradicionales que garantizaba que las historias no incluían contenido “inadecuado”. Los límites draconianos que impusieron no tienen desperdicio:
  • Siempre, en cualquier circunstancia, el bien debía triunfar sobre el mal, y los delincuentes debían ser castigados por sus fechorías.
  • La inclusión de historias en las que apareciera el mal solo se justificaba si se intentaba ilustrar una cuestión moral.
  • Ningún cómic podía utilizar en su título las palabras “horror” o “terror”.
  • Las blasfemias, obscenidades, groserías, el lenguaje vulgar, y las palabras o símbolos con un significado no deseable estaban prohibidos.
Bajo estas normas, solo cierto tipo de historias podían llegar al gran público: las que hablaban de superhéroes con nula ambigüedad moral, las que ilustraban castos romances, o las basadas en los personajes de Disney y en grandes clásicos de la literatura. Como diría Bart Simpson: ¡me aburro! El cómic para adultos se hacía underground, y encontraría un nutrido caldo de cultivo en la creciente cultura hippie de los años 60. La clandestinidad duró hasta los años 80. Tras la censura volvió el boom y una nueva explosión de géneros y, con ello, los cómics regresaron con honores a las bibliotecas. Hoy en día constituyen una de las colecciones con más crecimiento en ellas. persepolis_0Y, sin embargo, sigue existiendo cierta censura en EE.UU, tanto para los cómics como para otros géneros, relacionada con lo que denominan “contenido adulto”, sexo, lenguaje utilizado…. El Comic Book Legal Defense Fund (CBLDF)– que ha colaborado con las bibliotecas en la creación de materiales para la Semana del Libro Prohibido- hace seguimiento y denuncia de los casos, y entre los más recientes sorprende, por ejemplo, la prohibición el año pasado del Persépolis de Marjane Satrapi para los alumnos de Séptimo de los colegios públicos de Chicago por considerarlo inadecuado para su edad y por contener “imágenes explícitas de torturas”.

Actividades en las bibliotecas

¿Y qué han hecho las bibliotecas estadounidenses para sensibilizar sobre los cómics prohibidos? Pues entre las actividades propuestas, además de clásicos como incluirlas en las programaciones de los clubes de lectura, en los boletines o blogs de las bibliotecas, o en las estanterías de “destacados”, nos han gustado, por ejemplo, las representaciones dramatizadas de las novelas gráficas ante el público de la biblioteca, con los lectores transformados en actores mientras se proyectan en pantalla las imágenes del cómic. Pero seguro que los cómics, y sobre todo los censurados, dan para mucho más, ¿no? El Manual elaborado por CBLDF para la Semana de los Libros Prohibidos aporta otras ideas de actividades.]]>

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Impresoras 3D en las bibliotecas. ¡Hasta el infinito y más allá!

revista American Libraries con un titular que me llamó la atención: “La impresión en 3D puede beneficiar a la biblioteca y a sus usuarios”. Puuuffff, se me disparó la imaginación. Ya sabéis, caí víctima de todo ese halo de invento ultrafuturista que tiene esa tecnología, de noticias sobre “impresión” de modelos de casas ecológicas construidas con impresoras 3D, o de prótesis para personas con problemas físicos en países empobrecidos… Esa sensación de que, ahora sí, el límite es la imaginación. ¡Y yo peleándome por averiguar porqué se me enciende la luz de falta de tóner en mi impresora si acabo de cambiarlo! 3dprinter2“Este artículo hay que leerlo a fondo”, me dije. Y la verdad es que, en principio no puso patas arriba mi modo de ver el mundo. El autor, Jason Griffey, bibliotecario y conferenciante que tiene un blog con el sugerente subtítulo “Technology, libraries, and occasionaly zombies”, empieza recordando que, en esencia, las bibliotecas son un motor de la democratización del conocimiento y la información, y que, aunque el papel por el que son más reconocidas es como proveedoras de información, en realidad nunca se han limitado a eso, sino que en muchas ocasiones -como ha pasado con los ordenadores, con internet o con los lectores de libros electrónicos-, han sido la puerta para el acceso de las personas a la tecnología. StarTreckUhuraHasta aquí todo bien. Mi decepción llega cuando pasa a hablar del uso práctico de las impresoras 3D en las bibliotecas, y se limita poco más o menos a decir que, además de convertirse simplemente en un punto de acceso a esta tecnología por parte de los usuarios, “un servicio maravilloso”, los bibliotecarios pueden beneficiarse de ello porque podrán imprimir soportes para las estanterías cuando se les rompan o imprimir carteles personalizados. ¡Y yo que me imaginaba que de estas convertíamos a las bibliotecas en poco más o menos que la nave de Star Treck! Lo que tenía claro es que no me iba a quedar con las ganas de saber más. Esto no podía ser todo. Una búsqueda en Google y ¡zas!. Mis sospechas se ven confirmadas. Hay mucha vida para las impresoras 3D en las bibliotecas. Y, como en muchas ocasiones, los estadounidenses juegan en otra liga (y no me refiero a los de la NBA, que también).

Diseño en la biblioteca

Aquí van algunas experiencias que pueden inspirarnos (para esta o para la siguiente vida, esa en la que no habrá recortes presupuestarios, ya veréis, llegará). En la Biblioteca Pública de Sacramento han montado The Design Spot con una impresora 3D, ordenadores con los programas AutoCAD y Photoshop, libros y todo un programa de actividades que tienen la sana intención de fomentar el interés por el diseño para los usuarios de todas las edades. Puedes ir allí a ver la impresora en acción, a iniciarte en el mundo del modelado en 3D o a diseñar e imprimir tus creaciones. Si es que Sacramento te pilla de paso, claro. En la Biblioteca de Westport (Connecticut) le han llamado The Maker Space al área dedicada a estos y otros asuntos del tipo talleres para jóvenes en los que aprender a hacer películas de animación, encuentros para probar nueva aplicaciones, o actividades para apoyar empresas locales creadas por mujeres. A través de su página web o en la propia biblioteca puedes pedir cita para que un formador te guíe en la utilización de la impresora 3D, y acceder a unos cuantos recursos sobre este tipo de impresión. Aquí tenéis un vídeo en el que muestran las instalaciones. Y la cosa sigue y sigue. En la Biblioteca de Cleveland además de poder acceder a la impresora, organizan constantemente talleres variados en los que puedes aprender desde lo más básico en impresión 3D hasta cómo diseñar y hacer con esta impresora moldes para galletas (que puede parecer una tontería pero no lo es; más de uno habrá hecho una fortuna con estos moldes). Y en la Biblioteca de la Universidad del Estado de Oregón el servicio de acceso a las ocho impresoras 3D repartidas por el campus está al alcance de todos los estudiantes y el personal de la universidad. A través de su página web puedes conocer los proyectos que se están imprimiendo en cada momento, los que se han imprimido en las últimas semanas, información sobre software, enlaces a modelos en 3D accesibles de forma gratuita, guías y programación de talleres. Conclusión: que he acabado babeando con todo esto. Porque estos sí que son buenos ejemplos -ambiciosos, imaginativos- de bibliotecas que potencian el acceso de todas las personas al conocimiento y la tecnología. Porque son el tipo de actividades que logran conectar a las bibliotecas con el futuro y con las generaciones de la era digital. Porque demuestran que el valor de las bibliotecas no solo está en lo cultural sino también en lo económico. Porque dan ganas de imprimir estos argumentos en carteles 3D para que algunos representantes políticos dejen de pensar eso de que las bibliotecas no generan riqueza, sino solo gastos.]]>

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