Tres herramientas para medir el impacto de la biblioteca

cómo valoran los usuarios de la biblioteca los servicios que se prestan, cómo evolucionan sus necesidades y cómo podemos adaptarnos para satisfacerlas. Tampoco nos aportan gran munición a la hora de defender la financiación de la biblioteca, la necesidad de nuevo personal o la de abrir nuevos espacios. Ya os hablamos hace poco de la realización de encuestas a los usuarios para mejorar los servicios bibliotecarios. Hoy os hablaremos de tres herramientas para medir el impacto de la biblioteca, específicamente desarrolladas para ellas. EvaluarImpacto_cintaComo otras veces, empezamos por echar un vistazo a lo que se cuece por ahí fuera, y nos detenemos en dos herramientas que están funcionando bien en EE.UU. La Asociación de Bibliotecas Públicas (PLA) de ese país lanzó hace seis meses “Project Outcome”, una iniciativa con la que pretende estandarizar un poco más la evaluación del impacto de los programas bibliotecarios y aportar herramientas útiles y sencillas a las bibliotecas para llevarla a cabo. Para ello, han identificado siete áreas esenciales en las que trabajan las bibliotecas y han elaborado unas breves encuestas de tan solo seis preguntas dirigidas a los usuarios de las actividades asociadas a cada área, y que ayudarán a medir en qué medida ha conseguido la biblioteca sus objetivos. Las áreas son las siguientes:

  • Participación ciudadana.
  • Inclusión digital.
  • Alfabetización infantil temprana.
  • Desarrollo económico (emprendimiento).
  • Educación y aprendizaje permanente.
  • Búsqueda de empleo.
  • Promoción de la lectura.
En cuanto a las seis preguntas para cada una de estas áreas, siguen un esquema similar. Evalúan la adquisición de conocimientos por parte de los usuarios; si se ha conseguido aumentar su motivación/seguridad en sí mismos para actuar en esa área; si van a aplicar los conocimientos adquiridos; si conocen mejor los recursos de la biblioteca al respecto; lo que más les ha gustado y lo que se puede mejorar. Algunas de las preguntas son abiertas y en otras los usuarios pueden mostrar su posición en una escala de cinco niveles, desde el “muy en desacuerdo” hasta el muy de acuerdo”. Aquí os dejamos como ejemplo las relativas al área de «Alfabetización infantil temprana»:
  • Aprendiste cosas nuevas que puedes compartir con tus hijos/as
  • Te sientes más seguro/a a la hora de ayudar a tu hijo/a a aprender
  • Pasarás más tiempo con tus hijos/as leyendo, cantando, hablando, escribiendo, jugando.
  • Conoces mejor los recursos y servicios proporcionados por la biblioteca en esta área.
  • ¿Qué es lo que más te ha gustado del programa?
  • ¿Qué puede hacer la biblioteca para que tu hijo/a disfrute más de la lectura?
HerramientasEvaluacion_Projec tOutcomeEl proyecto de la PLA ya ha sido probado en fase beta en algunas bibliotecas con buenos resultados, sobre todo porque es muy sencillo de aplicar, y ahora están expandiendo el programa con financiación de la Bill & Melinda Gates Foundation. En los próximos tres años desarrollarán nuevas herramientas de formación y comunicación para los bibliotecarios, para que las bibliotecas puedan llevar a la práctica las conclusiones que resulten de las evaluaciones. Con este webinar podréis conocer más sobre esta herramienta.

Evaluar los servicios tecnológicos

Otra herramienta que nos ha parecido interesante, en este caso por su especialización, es la “Impact Survey”, una encuesta desarrollada por la Universidad de Washington que evalúa el uso de los servicios tecnológicos que ofrece la biblioteca (los ordenadores, las redes wifi, recursos online, la formación en uso de las TIC…) en relación con diferentes áreas como participación ciudadana, comercio electrónico, educación, empleo, trámites administrativos, salud y bienestar y servicios sociales. Se trata de encuestas que se realizan telemáticamente y que van acompañadas de una serie de utilidades para gestionar los datos obtenidos de ellas. Es necesario pagar una pequeña cuota de subscripción anual que varía de 50 a 500 dólares según los ingresos de la biblioteca, y en principio solo está disponible para las de EE.UU aunque dicen que estarán encantados de atenderos si sois una biblioteca o una red de otro país. Para haceros una idea de las preguntas que incluye el cuestionario aquí tenéis un resumen en español.

Calcular el valor económico

La última herramienta de la que os queremos hablar no está orientada a evaluar servicios para mejorarlos, sino más bien para visibilizarlos y sensibilizar a quien se ponga por delante (usuarios, responsables políticos, etc) del valor que tienen los servicios que ofrece la biblioteca. Es “el calculador”, una herramienta que ofrece la Red de Bibliotecas del CSIC en su web que permite contabilizar el retorno de la inversión (el famoso ROI) especialmente en las bibliotecas universitarias de forma más que sencilla. Simplemente tienes que rellenar en la herramienta las casillas sobre el número de libros o revistas consultados en sala, préstamos interbibliotecarios, salas de estudio utilizadas y usuarios de formación diversas, entre otros, y automáticamente tendrás la traducción en euros del coste de esos servicios.HerramientasEvaluacionImpacto_CSIC La verdad es que todo el sistema de calidad y evaluación de las bibliotecas del CSIC puede ser una buena referencia si queréis mejorar los vuestros. En la página web en la que cuentan cómo es, puedes encontrar, entre otras cosas, su catálogo de indicadores y encuestas de satisfacción para usuarios y personal. Esperamos, como siempre, que estas herramientas os puedan resultar útiles, y si conocéis otras que queráis compartir con nosotros, son más que bienvenidas. ¡Feliz semana!]]>

About Vicente Funes

Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

Bibliotecas ecológicas para combatir el cambio climático

Desde las bibliotecas podemos hacer mucho para contribuir a la lucha contra el cambio climático, con edificios más sostenibles, un mejor uso de los recursos y, también, sensibilizando. Las bibliotecas ecológicas ya están aquí, y han llegado para quedarse. BibliosEcologicas_kaohsiung-public-library (Imagen: plano de la Biblioteca Pública de Kaohsiung, de Taiwan)

Edificios sostenibles

Para empezar la casa por el tejado (y el resto de elementos de la construcción), veamos cómo debe ser el edificio de nuestra biblioteca verde, los elementos esenciales para que una construcción sea considerada ecológica. Para ello, tenemos que tener en cuenta:
  • La elección del lugar en el que se emplaza la biblioteca, para reducir, por ejemplo, la necesidad del uso de medios de transporte para acceder a ella.
  • Una arquitectura bioclimática: con diseños ecoeficientes respecto al consumo de energía, ahorro de agua, uso de materiales locales, reducción de la producción de residuos.
En esta guía de la confederación de Consumidores y Usuarios tenéis información sobre éstas y otras cuestiones como aislamientos de edificios, uso de energías renovables, aire acondicionado e iluminación, que pueden resultar muy útiles si se está decidiendo construir una nueva biblioteca o remodelar o adaptar una ya existente para convertirla en una biblioteca ecológica de verdad.

Planifica tu sostenibilidad

Pero para tomarse realmente en serio la tarea, como en cualquier otro aspecto de la gestión de la biblioteca, es esencial empezar por la planificación. Hemos encontrado al respecto un recurso impagable de la Universidad de Illinois (EE.UU) que identifica las diferentes fases y pasos que debes seguir en esa planificación, y que pasamos a resumiros aquí:
  • Forma un equipo verde: identifica personal de la biblioteca que esté al tanto de las cuestiones operativas, que esté comprometido con la promoción de prácticas responsables desde el punto de vista medioambiental. Intenta incluir personas con diferentes niveles de responsabilidad, y nombrad a un/a coordinador/a. El equipo debe tener autoridad para fijar objetivos y llevar a cabo las acciones necesarias para conseguirlos.
  • BibliotecaEcologica_huellaEvalúa tu huella ecológica: ¿en qué estás utilizando energía y agua, cuánta y cuánto cuesta? ¿Cuántos residuos generáis, y qué parte estáis reciclando? ¿Compráis productos ecológicos? ¿Qué productos compráis que tengan componentes dañinos para el medio ambiente? Identificad también qué hacéis bien y debatid sobre las barreras que habéis encontrado en estas prácticas positivas y cómo las habéis superado.
  • Establece objetivos e indicadores: objetivos tanto a corto como a largo plazo, realistas, específicos y cuantificables, del tipo “vamos a reducir el uso de la energía un 30%”. Preguntaos cómo podéis hacer las cosas de forma más eficiente, evalúa las actividades de la biblioteca teniendo en cuenta su impacto medioambiental.
  • Desarrolla ideas para la acción: compara lo que ya estáis haciendo con vuestros objetivos a largo plazo, crea una lista de proyectos potenciales, incluyendo acciones pequeñas y de gran envergadura. Piensa en qué haríais si fuerais a remodelar la biblioteca, qué haríais si tuvierais que poner en marcha algo mañana mismo. Haced lluvia de ideas, investigad lo que están haciendo otras bibliotecas y buenas prácticas recomendadas por organizaciones y entidades públicas. Pedid sugerencias a los usuarios, al resto de compañeros, a los jefes…
  • Establece prioridades: para hacerlo podéis basaros en los beneficios medioambientales del proyecto, en si son significativos, si es factible, si puedes controlarlo, si es algo que preocupe verdaderamente al personal o a los usuarios, si son acciones con un impacto educativo o con alta visibilidad. Las acciones que más “síes” hayan conseguido a todas estas cuestiones son las que merecen ser prioritarias.
  • Pasa a la acción: trocea cada proyecto en tareas asequibles y objetivos cuantificables cuando sea posible, asigna el personal o los voluntarios/as responsables de cada tarea, identifica los recursos necesarios para llevarla a cabo, define cómo harás seguimiento de su ejecución y usa indicadores que te permitan medirlo. Asigna una fecha tope para completar cada tarea.
  • Evaluación y documentación: define qué necesita ser evaluado, cómo se hará, con qué frecuencia, y quién se ocupara de ello.
  • Involucra a todo el personal y a los usuarios: sensibiliza y forma al personal, realizad recordatorios sobre las medidas adoptadas (recicla, apaga las luces…), haced que sea divertido (premios para las buenas ideas…), integrad las sostenibilidad en la planificación de la biblioteca, que ser algo rutinario y no un mero añadido, informad de los avances que van consiguiéndose.

Ejemplos y recursos

Un buen ejemplo de trabajo bien planificado y comunicado es el de la Biblioteca de la Universidad de Burgos. En esta web podéis encontrar toda la información que han publicado sobre la política ambiental de la Universidad y el sistema de gestión ambiental de la biblioteca, blog, folleto informativo, etc. Hay otros ejemplos de bibliotecas ecológicas, algunos de ellas de reciente construcción como algunas de las que os hablábamos en este post, o cómo las que podemos ver en la web Ecoosfera.BibliosEcologicas_Taipei-Public-Library-Beitou-Taiwan En cuanto a los recursos la cantidad de los que hay disponibles es abrumadora. Por lo que toca a las bibliotecas ecológicas, podéis seguir los trabajos del Grupo de la IFLA sobre Bibliotecas y Sostenibilidad Ambiental, y podéis visitar también la página de la American Library Association sobre la materia, o esta otra de Designing Libraries. Ambas incluyen muchos y muy buenos enlaces a webs, blogs e información de referencia. Que conste que no creemos en las frases tipo “luchar contra el cambio climático (el cáncer, la pobreza…) está en tu mano”. Nos parecen falacias que en demasiadas ocasiones se utilizan para disuadirnos de pedir cuentas a los principales responsables de esta situación, y para consolar nuestra conciencias ante problemas que, sobre todo, necesitan de decisiones políticas claras, éticas y comprometidas. En lo que sí creemos es en que somos responsables de lo que cada uno hacemos en nuestra casa, en el trabajo, en nuestro barrio o en nuestro pueblo. Las bibliotecas también tienen esa responsabilidad, y además ocupan un lugar privilegiado para educar y sensibilizar a los demás. Dejaremos para otro post cómo hacerlo. ¡Feliz semana!]]>

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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com

'Design thinking' para bibliotecas: piensa como un diseñador

a veces podemos sentir que nos faltan instrumentos para pensar cómo hacer las cosas de forma distinta. Necesitamos resolver nuevos problemas y hacerlo de forma más participativa, con implicación de la ciudadanía, pero a menudo no sabemos ni por dónde empezar. ¿Habéis oído hablar del pensamiento de diseño o ‘design thinking’ para bibliotecas? Pues si no sabéis de qué estamos hablando, leed atentamente porque puede sacaros del apuro. En la web Design Thinking en español, lo definen como “una metodología para generar ideas innovadoras que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios”, y explican su origen. Empezó a desarrollarse teóricamente en la vanguardista Universidad de Stanford (EE.UU) y se inspira en la forma de trabajar que tienen los diseñadores de producto. Se trata, en otra de las definiciones más extendidas, de “un enfoque para la innovación centrado en las personas, que utiliza herramientas de diseño para integrar las necesidades de las personas, las posibilidades de la tecnología, y los requerimientos para el éxito del proyecto”. Vaya, esto parece que nos encaja.Designthinkingforlibraries Pero no hace falta que empecéis a empollaros manuales en la materia para luego pensar cómo adaptarlo a las bibliotecas. Tenemos buenas noticias: la Biblioteca Pública de Chicago (EE.UU), las de Aarhus (Dinamarca) y la consultora IDEO, con la financiación de la Fundación Bill & Melinda Gates, han editado una serie de herramientas de ‘design thinking’ para bibliotecas a partir de las experiencias de trabajo de más de 40 bibliotecas en diez países distintos. Los materiales, disponibles en internet, están pensados para la resolución -con la participación de los usuarios- de los problemas del día a día, y para desarrollar programas, servicios, espacios y sistemas mejorados. Unos ejemplos de a qué han aplicado las bibliotecas participantes esta metodología pueden ayudar a hacernos una idea de su utilidad:

  • Han creado nuevos espacios para promover el juego como parte central del aprendizaje de niños y niñas;
  • han involucrado a los adolescentes en actividades de creación e innovación que han generado un mayor vínculo con la biblioteca;
  • han creado nuevos programas para facilitar el aprendizaje entre usuarios sobre uso de medios digitales;
  • y han probado nuevos diseños de mostrador de información a los usuarios y el tipo de servicios que ofrecen los bibliotecarios.
Vamos a ver cómo lo han hecho.Design-Thinking_esquema

Primer paso: elegir un reto

¿Hay algo que hace tiempo que te gustaría cambiar en tu biblioteca? ¿Tienes alguna queja recurrente o algo que te gustaría hacer mejor? ¿Hay algo que percibas como una oportunidad y que te gustaría hacer? Puede que quieras desarrollar una relación más fructífera con los adolescentes que visitan la biblioteca, o que necesites superar los problemas de espacio porque las actividades que organizas se llenan enseguida. Haciéndote las preguntas con las que iniciamos este párrafo podrás definir un reto y el grupo de usuarios con el que está relacionado. Una vez que tengas identificado el problema y el grupo de usuarios afectados, intenta formular varias preguntas que empiecen por: ¿Cómo podríamos…? Intenta varias formulaciones para describir lo mejor posible el reto, pero no les des respuesta ahora, no es el momento. Intenta que no sea una pregunta demasiado amplia (¿Cómo podríamos acabar con el problema del desempleo?), ni demasiado concreta (¿Cómo podríamos diseñar una nueva sala de estudio iluminada por energía solar, con 25 puestos y grandes ventanales orientados al sur?). Cuando tengas las preguntas, escríbelas en grande en un cartel y cuélgalo delante de ti para pensar en ello el resto del día.

Segundo paso: inspirarse

Designthinking_inspiracionEs el momento de encontrar escuchar, observar y estar abierto a lo inesperado, de buscar ideas en el mundo que te rodea y entender más profundamente las necesidades de los usuarios. En esta fase, pídele a dos o tras personas que se unan a tí y hablad con la gente, en especial con algunas personas -tres o cuatro- del grupo de afectados por el reto que os habéis planteado. No habléis con ellos solo de la biblioteca sino también de su vida diaria, sus rutinas, lo que les gusta, lo que les motiva… Otra buena idea es sumergirte en el mundo de los usuarios para los que estáis diseñando soluciones: si es para niños, pasa un día entero jugando con los más pequeños en la biblioteca; si es para mayores, acompaña durante un día a uno en sus actividades. Y, por último, nada mejor que visitar un lugar que no sea una biblioteca pero que pueda inspirarte en el reto que te has planteado. Por ejemplo, si quieres organizar un programa de exposiciones de arte, visita el museo más popular de tu localidad para ver cómo se trabajan la conexión con el público. Una vez realizadas estas actividades, reúnete con esas dos o tres personas que han participado en esta fase contigo y debatid sobre lo que habéis aprendido, lo que os ha sorprendido, lo que os ha interesado, si habéis descubierto pautas interesantes. Escribid todas estas conclusiones.

Tercer paso: idear

Esta es la fase en la que lanzas una tempestuosa lluvia de ideas para dar una solución al reto basándote en lo que has aprendido hasta el momento. Para encontrar una buena idea hay que pensar en un montón de ideas, así que no escatiméis, y no le toméis demasiado cariño a las dos primeras que se os ocurran. Para ayudaros, poneos un objetivo descabellado: por ejemplo, 25 ideas en 10 minutos. Recordad que en este punto no existen las malas ideas, todas valen. No importa que parezcan poco realista, al contrario: ¡volveos un poco locos! Jugad también a desarrollar las ideas de otros, pero procurad siempre estar centrados en el tema.

Cuarto paso: desarrollar un prototito

Es el momento de hacer realidad la idea favorita de todas las que han surgido durante la tormenta de ideas, de visualizarla para probar cómo puede funcionar mejor. Aquí tenéis algunas ideas para construir un prototipo con los materiales que tengáis a mano, tipo papel, tijeras y rotuladores:
  • Construye en tres dimensiones, por ejemplo. una representación de esa idea a escala si el reto tiene que ver con el uso de un espacio.
  • Dibuja lo que se debería ver en la pantalla de un ordenador o de un móvil si la solución de la que se trata es alguna aplicación digital.
  • Organiza una representación teatralizada de la idea si está relacionada con un servicio de atención a los usuarios, con atrezzo incluido si es necesario.
  • Haz un borrador de anuncio para promover la idea si es un programa, servicio o espacio para pensar en cómo vas a divulgarla o sensibilizar para su uso.
Desingthinking_Prototipos

Quinto paso: prueba y evalúa

Toca presentar el prototipo a los usuarios en los que te has centrado para ver qué es lo que puede funcionar y qué no. Algunas preguntas interesantes que podéis hacerles: ¿Qué es lo que más os entusiasma de la idea y por qué? ¿Si pudierais cambiar una sola cosa del prototipo, qué sería? Recuerda que si os ahorráis estos dos últimos pasos podéis malgastar mucho tiempo, recursos e ilusiones. Et, voilà! Una vez hecho esto, ya es hora de poner en marcha vuestra solución a ese estupendo reto que os habéis planteado. ¡Buena suerte!]]>

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Vicente Funes, técnico especializado bibliotecas. Gestor de las redes sociales de Infobibliotecas. No dudes en contactar conmigo en: vfunes@infobibliotecas.com